Con un BCE que se ha quedado sin apenas margen de actuación, tras bajar el precio oficial del dinero hasta un 1%, y con unos gobiernos que han agotado sus reservas presupuestarias en planes de salvamento de la banca y de reactivación del crédito, Europa padece su mayor recesión desde la Segunda Guerra Mundial: desplome de la producción industrial, acusado descenso del comercio minorista y acelerada destrucción de empleos.   La mayor potencia económica de la UE sufrió una contracción del 3´8% respecto al trimestre anterior: en términos anuales, la caída de la actividad alemana es casi del 7%. A pesar de que la crisis no está ocasionando destrozos en su estructura laboral, gracias a las ayudas públicas que permiten reducciones de jornada con la condición de que los trabajadores no sean despedidos (hay 48.000 empleados más que hace un año), se teme que el hundimiento del comercio mundial tenga una enorme repercusión en este país –primer exportador del planeta- provocando despidos masivos en la industria germana. Ante esto, la federación alemana de sindicatos tacha de pasivo al Ejecutivo, y para protestar ha congregado a decenas de miles de personas en las calles de Berlín, exigiendo nuevos planes de estímulo económico.   Asimismo, la recesión está descabalgando las finanzas públicas, lo que, según muchas voces autorizadas, obligaría a un ajuste de los sistemas de pensiones para asegurar su mantenimiento. El comisario de Empleo de la UE cree necesario invertir la tendencia de las prejubilaciones: sólo el 40% de los mayores de 60 años permanecen activos.   Entretanto, Zapatero sigue alentándonos: “los datos buenos no tardarán mucho en volver”; y no para de recordar que la crisis internacional es fruto de la “avaricia de aquellos que tienen mucho y quieren tener más”. Además, se propone cambiar el modelo económico español con la colaboración de los empresarios y los sindicatos (imbuidos de una actitud responsable), creando “más economía productiva y menos especulativa”. Pero si el jefe del Ejecutivo pretende “alumbrar un sistema de mayor control” donde “los intereses ciudadanos estén salvaguardados” debería prescindir de las reglas del régimen actual.   hechos significativos   El servicio de Estudios del BBVA pronostica una tasa española de paro del 20´4% en 2010.   Moratinos, extasiado ante la cúpula de Barceló, de la que dice que “no se ha caído nada”: “es totalmente maravillosa”.

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