Hace pocas semanas, el ministro Guindos publicó un inaudito autopanegírico titulado ‘España amenazada’, que es un insulto a la inteligencia. Explica cómo se ‘salvó’ España del rescate, cuando fue un error histórico para devolver a las cajas alemanas hasta el último euro a cambio de préstamos ilimitados del BCE, lo que ha elevado en 603.000 millones la deuda total, el mayor crecimiento de deuda de nuestra Historia; cóomo ‘cortaron la sangría del déficit’, cuando han incumplido cada año todos los objetivos fijados por Bruselas siempre por goleada; o cómo desde entonces no paramos de crecer, ¡un 2% en cinco años!. No explica, entre otras cosas, cómo va a ayudar al crecimiento y a la competitividad que el recibo de la luz, mientras baja en toda Europa, haya subido aquí un 24% en lo que va de año.
España camina firmemente hacia la suspensión de pagos, fruto de un despilfarro público fuera de control, financiado con la mayor burbuja de deuda de nuestra Historia, mantenida gracias al BCE con su disparatada política de expansión monetaria a tipos de interés cero y sin vigilancia alguna, lo que aparte de hacer desaparecer cualquier incentivo de reformas, llevará a la ruina a varias generaciones de españoles durante los próximos 50 años. Y mientras tanto, tenemos un modelo productivo tercermundista (en el nuevo Gobierno hasta se ha eliminado el Ministerio de Industria) de especuladores y camareros, con un mercado laboral donde la mayoría de los empleos creados son temporales y con remuneraciones de 600 euros, la mayor caída salarial que se recuerda, algo que contrasta con la cifra conocida el viernes del mercado laboral en EEUU, con las mayores subidas salariales en siete años y un 4,9% de paro. Y todo ello completado con un sistema de pensiones quebrado y un sistema financiero insolvente
Y es precisamente ante este Himalaya de mentiras que los abajo firmantes, economistas y profesores independientes, autores de numerosos trabajos y textos de enseñanza, pero sobre todo con más predicciones acertadas sobre la evolución de nuestra economía que ningún otro colectivo o institución (desde el FMI a la Comisión o los Servicios de Estudios Bancarios), algo fácilmente comprobable en las hemerotecas, publicamos en junio un cálculo del PIB, en el que se demostraba como el real difería del oficial en un 18,7%, una diferencia enorme que cambia totalmente nuestro futuro económico y que exige drásticas decisiones de recorte del despilfarro público, como el acabar con las duplicidades entre AAPP, los miles de empresas públicas inútiles, los miles de asesores inútiles (Rajoy tiene 2.500 en Moncloa, frente a 600 Obama, 400 Merkel o 250 Theresa May) o la desastrosa gestión de la Sanidad y la Educación, cuyo costo se ha disparado un 60% desde que fueron transferidas a las CCAA mientras la calidad caía en picado, etc, etc.
Estimación del PIB a través del gasto total
En la presentación en Bruselas, hicimos llegar a las personas mas representativas de la Comisión y las instituciones europeas el resultado de nuestros cálculos, y recibiríamos dos respuestas. La primera, de Martin Shultz, presidente del Parlamento, y la segunda firmada simultáneamente por Pierre Moscovici, comisario para Asuntos Económicos, y Valdis Dombrovskis, vicepresidente de la Comisión, lo que significa el punto de vista de la Comisión. Interesadas ambas en una ampliación de los datos aportados para comprobar su veracidad. La ampliación pedida consistía en realizar el cálculo en las tres diferentes maneras de calcular el PIB, vía producción, vía rentas y vía gasto. Nosotros lo habíamos realizado solo por la primera vía. La segunda, terminada hace tres semanas y publicada en estas mismas páginas, arrojaba una diferencia entre PIB real y PIB oficial muy similar a la primera (18,3%), y la tercera, vía gasto, es la que acabamos de completar y ahora resumimos.
El cálculo del PIB a través del gasto (o de la demanda) suma el consumo privado, el público, la formación bruta de capital y el saldo del comercio exterior, y estos son los resultados medidos por indicadores independientes recomendados por su alta correlación con el PIB por el propio Ministerio de Economía.
1.GCFH: gasto en consumo final de los hogares. La evolución informada por la Contabilidad Nacional (CN) es del -13,7%. Este dato se compara con tres indicadores. Excluimos la matriculación de automóviles, ya que su caída ha sido exageradamente grande en el periodo y estimamos que distorsiona a la baja el dato. No obstante, hay que avisar que también puede haberse producido un ligero efecto en dirección opuesta por el gran peso del indicador de ventas de grandes empresas (consumo), ya que hay evidencias de que las empresas pequeñas y medianas sufrieron mucho más la crisis que las grandes.
Indicador 1. VGEC: ventas en grandes empresas de consumo (0,74). Se observa una disminución en el periodo del 22,9% (2007-2013), ponderada el 26,3%.
Indicador 2. DISPC: disponibilidades interiores de manufacturas de consumo (0,61). Se observa una disminución del 31,1%, ponderada el 29,5%.
Indicador 3. IVCM: índice de comercio al por menor deflactado (0,58). La reducción observada es del 26,5%, ponderada el 23,9%.
La media ponderada de los tres indicadores es del 26,6%, que en nuestra opinión debería haber sido, como mínimo, dadas las salvedades anteriormente expuestas, el valor informado en el macroagregado de la CN. Como el dato de GCFH en 2013 son 587.600 millones, el dato corregido son 499.766 millones. La diferencia son 87.834 millones.
2. FBCFE: formación bruta de capital fijo en equipo. La evolución informada en el periodo en la CN fue del -24,6%. En este caso, el Mº de Economía recomienda dos indicadores altamente correlacionados.
Indicador 1. DISPE: disponibilidades interiores de bienes de equipo (0,82). La disminución observada fue del 42,7%, ponderada el 46,4%.
Indicador 2. MVC: matriculaciones de vehículos de carga (0,69). La disminución observada fue del 74%, ponderada el 67,6%.
La media ponderada queda por tanto en el -57%. El dato de 2013 informado por la CN son 60.400 millones y el dato corregido debería ser 34.446 millones. La diferencia para 2013 son 25.954 millones.
3. FBCFC: formación bruta de capital fijo en construcción. La evolución informada en el periodo es del 46,5%. Este dato se compara con tres indicadores recomendados por su alta correlación, como en los otros casos, por el Mº de Economía.
Indicador 1. AFIC: afiliados construcción (0,81). Se observa una reducción del 64,6%, ponderada el 81,4%.
Indicador 2. CEM: consumo aparente de cemento (0,61). La disminución de este indicador es del 80,8%, ponderada el 76,6%.
Indicador 3. VIS: visados dirección obra nueva. Superficie a construir total (0,51). La disminución es del 91,8%, ponderada el 72,8%
La media ponderada de los tres indicadores es del -76,9%. Como el dato informado en la CN en 2013 son 105.800 millones, el dato corregido debería ser 45.682 millones. La diferencia en todo 2013 son 60.118 millones.
4. Saldo exterior. En el comercio exterior de servicios, existe un buen ajuste con los datos ofrecidos por el BdE, sin embargo, en el comercio de bienes, observamos una diferencia sustancial en el saldo comercial informado por la Secretaría de Estado de Comercio y el que reseña el INE en las cifras de la CN, siendo el primero 2.522 millones mas negativo que el segundo
Por tanto, la diferencia total para 2013 son 176.428 millones, es decir, sobre un PIB de 103.1272 millones, da una diferencia del 17,1% del PIB de 2013, que se ajusta aceptablemente bien a nuestros cálculos anteriores desde la perspectiva de la oferta y de las rentas. Como ya hemos comentado, es posible que la diferencia se deba a la deficiente ponderación de la mayor caída de las ventas habida entre las pequeñas empresas, así como a posibles desviaciones al alza del consumo de las AAPP, muy difícil de comprobar si no es con una auditoría completa de la CN.
En todo caso la diferencia observada entre todos los indicadores analizados y la Contabilidad Nacional demuestra que existen graves problemas en la exactitud de la elaboración de esta, que pensamos que son suficientes como para justificar una auditoría independiente de la Contabilidad Nacional española, dadas las enormes implicaciones que tendría semejante corrección de los datos.
¿Y ahora qué?
Rajoy lo ha dejado meridianamente claro con su ‘nuevo’ Gobierno, donde los culpables del desastre económico de su legislatura siguen reforzados en sus puestos: incrementarán la desigualdad, aplastarán más aún a impuestos a los ciudadanos mientras mantienen intacto el despilfarro público, incumplirán todos los objetivos de déficit y seguirán hinchando la burbuja de deuda hasta que estalle, como ocurrió con la inmobiliaria. Y mientras tanto, seguirán haciendo todo para ocultar la verdad y seguir mintiendo hasta el final, empezando por elaborar unos Presupuestos que, como todos los que han realizado, serán mera ciencia ficción, y afirmando que crecemos al 3,1% cuando todos los indicadores de actividad y demanda, y los ingresos fiscales (descontando el efecto de la bajada de tipos), muestran que crecemos menos de la mitad de lo que afirman.
En nuestras cartas de respuesta esta semana a Moscovici, Shultz y Dombrosky, les demostramos a través de los tres procedimientos de cálculo del PIB, tal como nos habían pedido, la falsedad de las cifras oficiales, cuantificadas en tres anexos independientes para mayor facilidad de análisis por sus colaboradores. Los cálculos demuestran definitivamente y mas allá de cualquier duda razonable que el PIB real de España es de unos 893.000 millones de euros en lugar del 1,09 billones oficial. Y las consecuencias son devastadoras: el ratio de deuda/PIB es del 173% y no del 100% oficial calculado con la deuda PDF, que no incluye la totalidad de la misma, y un PIB sobrevalorado. Eso significa que España se encuentra ya en suspensión de pagos. La presión fiscal es del 47% y no del 38% del PIB, casi a la cabeza de la UE, y si hablamos del expolio fiscal a las familias y al trabajo, es ya el más alto no solo de Europa sino de la OCDE.
Adicionalmente, les adjuntamos la evolución de los índices de actividad y demanda más correlacionados con el PIB ( consumo de electricidad, de cemento, de gasóleo automoción, producción industrial, ventas grandes empresas, ingresos fiscales, etc.), que se han desplomado desde 2015, y hacen imposible que estemos creciendo al 3,1%. No será Rajoy quien vaya a cambiar nada, aunque ya no hay margen y es imposible aguantar así otros cuatro años.