Tras la derrota de H. Clinton en las primarias de North Carolina, la ventaja de su rival demócrata a la candidatura por la presidencia, el senador por Illinois Obama, ha aumentado considerablemente teniendo en cuenta los pocos delegados que quedan por asignar. Sin embargo, la candidata no ha tirado la toalla y continuará su disputa con Obama hasta que las matemáticas se erijan en juez inapelable e incorruptible.   Hillary Clinton tiene motivos para seguir en la contienda por la candidatura a la presidencia, y no sólo por ambición personal; lo que resulta todavía mas dudoso es si su candidatura le conviene políticamente al partido demócrata: la justicia ha reanudado el caso de corrupción electoral mas grave de la historia de los EE.UU: el que enfrenta a Peter Paul contra Hillary Clinton. En los próximos meses serán llamados a declarar, Bill Clinton, Chelsea Clinton, la propia Hillary, el ex- vicepresidente Al Gore,  Larry King, Barbra Streisand, Cher, Diana Ross, John Travolta o Brad Pitt, por citar tan solo a los personajes más conocidos por el público.   El gran problema de la democracia estadounidense consiste en la necesidad de financiación para soportar los cuantiosos gastos derivados de las campañas electorales en las que los candidatos recorren todos los Estados para presentar sus programas de gobierno. A pesar de que la ley es tajante al respecto, y prohíbe que los candidatos conozcan a sus mecenas electorales cuando éstos entregan más de 2.000 $, no resulta infrecuente que se establezcan relaciones monetarias a cambio de favores políticos. Esto es lo que ocurrió durante la campaña electoral para llevar a H. Clinton al senado en el año 2000, cuando Peter Paul entregó 2 millones de dólares a cambio de establecer una relación con los Clinton, para contratar los servicios del entonces presidente cuando éste dejara su cargo. Los Clinton no cumplieron con su palabra cuando el Washington Post publicó el pasado carcelario de Paul.   Los detalles del proceso dejan pocas dudas sobre la culpabilidad de Hillary, quien conocía la cantidad de dinero recibida y a su mecenas, al que llamó personalmente por teléfono agradeciéndole lo que había hecho para organizar la gala en California. Todo esta filmado y documentado, y se puede consultar en esta Web: http://www.paulvclinton.com/   La senadora H. Clinton (foto: Angela Radulescu)