España no es Grecia, pero cada día se parece más. Y en Europa, los analistas más benevolentes piensan que el problema no es que los españoles sean como los griegos, sino que son “17 clases de griegos diferentes”. Y en algo más comienzan a acercarse ambos países: está comenzando a fraguarse un pacto explícito entre PP y PSOE.
Dirigentes socialistas piden ya abiertamente ese acuerdo PP-PSOE como en Grecia ante la “grave emergencia social” y “frustración colectiva”. Lo han reclamado además dos de los dirigentes que llevan más años en el Congreso de los Diputados (más de tres décadas). “Txiki” Benegas (País Vasco) y “Paquillo” Fernández Marugán (Extremadura). Los apelativos con disminutivos quizás transparenten su pretensión de continuar otras tantas décadas más para seguir creciendo en soldada y estatus. En esto, España también se parece a Italia, pero empleando el mismo sarcasmo, “en el Parlamento no vegeta un solo Andreotti, sino 17 andreottis”.
Dice el dúo socialista: “Si los problemas que estamos atravesando son el resultado de un conjunto de decisiones políticas, es a esta esfera a la que corresponde plantear soluciones a los mismos. Para ello se requiere de acuerdos de Estado, al menos entre los dos grandes partidos, que deben partir de una aproximación en el diagnóstico de cuál es nuestra situación. El fracaso de las políticas de austeridad está siendo patente desde luego en los países del sur, pero también en el conjunto de la UE”.
Y añaden: “Para acercarnos lo más posible a la realidad española, también debemos introducir en el análisis el mundo de las pasiones, los despropósitos y la ruptura del consenso constitucional de 1978. En España, en el corto plazo, no se vislumbra la posibilidad de que el número de parados se reduzca. Las dificultades, a la vez, se extienden hacia muchas otras personas, en particular a aquellas que pretenden acceder al conjunto de servicios y prestaciones que proporciona una vida digna”.
“Si las agrupamos, se ve que son muchos los que están pasándolo mal, hasta el punto de que no pueden hacer más sacrificios, por la sencilla razón de que ya han experimentado pérdidas de empleo o muy significativas de los ingresos que percibían. El abanico de penurias que se está desplegando les lleva a experimentar una profunda inseguridad y por tanto a tener miedo sobre su propio futuro. Algunos están recurriendo a la antigua beneficencia y otros sufren la desesperación de no poder mantener a la familia. En este contexto, nada de extraño tiene que en la sociedad española se haya instalado una fuerte desilusión y desconfianza sobre las posibilidades que se ofrecen como vías de salida a la crisis”.
Olvidando que de los 35 años de la oligarca Monarquía de Partidos continuidad de la dictadura de Franco, 21 fueron de gobiernos socialistas (Felipe González y Zapatero), y si Rajoy llega al final de la legislatura, 17 serán de la derecha (Suárez, Aznar, Rajoy), los dos longevos diputados revelan que “está aflorando una situación de grave emergencia social, desde la que se empuja a las instituciones, a los agentes sociales y a las formaciones políticas a que adopten, cuanto antes, las decisiones precisas para mitigar este panorama y evitar el que nos demos de bruces con una fuerte frustración colectiva”.
“La crisis está siendo demasiado larga y el PIB ha vuelto a recaer deslizándose hacia la recesión. Si esta tendencia continúa desarrollándose, viviremos un largo periodo de ajuste. De seguir así, sin crecimiento, la crisis se enquistará, el empleo se contraerá, a la vez que aparecerán dudas alrededor de la capacidad que tengamos para garantizar el cumplimiento de las obligaciones financieras contraídas como nación”, concluyen en su artículo que, como no, ha sido publicado por el diario El País.
Fuente: El País
