En una larga noche los dirigentes de la Unión Europea (UE) han aprobado un paquete financiero que ronda los 750.000 millones de euros (M€) para combatir a la “manada de lobos” (según el ministro de Finanzas de Suecia) que estaban atacando al euro. Inmediatamente unos cuantos bancos centrales de la UE comenzaron a comprar bonos de Portugal, Irlanda, Grecia y España (los PIGS) -como primer contraataque-, a los que se ha unido el mismo Banco Central Europeo (BCE), cuyo presidente había dicho públicamente pocos días antes que eso no lo haría, porque no estaba facultado para ello: ahora parece que sí. Para rematar la fiesta la misma Comisión Europea y el Fondo Monetario Internacional (FMI) también se van a unir a esta orgía monetaria. Han tardado más de dos años en llevar a cabo la misma operación que realizaron la Reserva Federal (FED) y el Tesoro de Estados Unidos. Europa siempre va a remolque de la realidad, y sus dirigentes, cargados de información, que no de conocimiento, como los idiotas de Homero, se “instruyen con el acontecimiento”. No nos engañemos, los números aprobados cantan, solamente hace falta sumar las necesidades financieras de los PIGS a corto y medio plazo. El Estado español preveía emitir más de 200.000 M€ en títulos de Deuda Pública, Grecia necesita 330.000 M€, para Portugal se estiman otros 140.000 M€, etc. etc. Y España ¿Dónde pensaba colocar sus papeletas? ¿En las instituciones financieras interiores, llenas de papelitos inmobiliarios, papeletas soberanas y papelones derivados? ¿En el exterior, donde los “animals spirits” intuyen los comportamientos? La semana pasada nos atosigaron con declaraciones oficiales llenas de insultos hacia los especuladores, incluso algún “Fiscal general” (o muy particular) llegó a proponer como delito económico dicho comportamiento; y nos aseguraron que no reducirían los gastos para no hipotecar la recuperación económica. Ayer por un lado la Bolsa subió un 14,43%, más que toda la bajada de la semana anterior (la mayor subida de la historia en solo día); y por el otro los representantes españoles aceptaron sin rechistar reducir el déficit cuanto les pedían. Ahora callan ante estos especuladores, no los demonizan, quizás estos lobos son de los suyos; y aceptan las indicaciones de los consejeros europeos porque en definitiva son sus acreedores, que tarde o temprano exigirán su dinero. Esta ingente transfusión monetaria solo servirá para que el enfermo pueda respirar durante un tiempo, ya que el cáncer toca todos sus órganos vitales, que hemos ido mostrando en partes sucesivos. Y en las próximas semanas nos harán una visita los cirujanos del FMI, bajo la atenta mirada de Alemania y Francia.