El presidente norteamericano, Barack Obama, se sumó ayer a las críticas internacionales que está recibiendo España por su pasividad ante la crisis económica y la decisión de que ésta recaiga sobre el trabajador aumentando el paro. “En España, cuando estalló la burbuja inmobiliaria no se reaccionó con rapidez y como consecuencia ha habido muchos problemas para lograr préstamos”, ha dicho en el programa nocturno del cómico Jay Leno.
Obama añadió que España “ha entrado en un ciclo donde recorta más el gasto y eso supone que más gente es despedida lo que significa que tienen que pedir prestado más dinero y eso les sale cada vez más caro. Nosotros lo que hemos intentado hacer es trabajar con ellos para asegurarnos de que trazan un plan creíble para mantener la unidad de Europa”. Obama se suma así al republicano Mitt Romney, quien en el primer debate entre los dos candidatos puso a España como ejemplo de lo que no debe hacerse en materia de control de las cuentas públicas: “España gasta el 42% de su economía en gastos gubernamentales, yo no quiero ir por esa vía, quiero ir por la vía de crear empleos en este país”, dijo entonces Romney.
Obama y Romney advierten cada uno a su manera de que España es un ejemplo de almoneda y sus palabras vienen precedidas de las de dos conocidos empresarios norteamericanos. Si en la época de Franco fue el “Plan Marshall” quien supuso el “rescate” americano, genialmente llevado al cine por Luis García Berlanga, hoy en el reino de Juan Carlos esa misma labor pretenden hacerla los empresarios. Primero ha sido el magnate Sheldon Adelson con Eurovegas, que pretende instalarse en Alcorcón, lo que ha originado un movimiento especulativo de terrenos que entre otras acciones políticas simultáneas e inexploradas desencadenó la salida del cargo de la presidenta madrileña Esperanza Aguirre, tras reunirse con Mariano Rajoy en la calle Génova. Pero anteriormente fue el multimillonario estadounidense Donald Trump, también dedicado al negocio inmobiliario, quien declaraba que «puedes comprar por nada de dinero, puedes comprar tierra por nada, puedes comprar de todo por nada», remachó. España, cuyos crecientes costes de financiación de deuda pública se han convertido en el epicentro de la crisis europea, es uno de los países en los que se pueden adquirir estos chollos, según Trump. «España es un país increíble. Es un gran país, pero está enfermo y este es el momento de aprovecharlo». Trump avanzó que, incluso, estudia realizar una operación en el continente, aunque ofreció pocos detalles. «Yo mismo estoy mirando cosas (es tan ridículo e irrisorio) y estoy pensando en hacer algo con un grupo» de inversores.
El Confidencial apuntaba también otros nombres: “La firma de capital riesgo estadounidense KKR asegura que existe una “oportunidad real” de invertir en España, según ha señalado a Reuters el cofundador del grupo Henry Kravis. Los sectores inmobiliario, hotelero, de ocio y el de los servicios financieros son los prioritarios para el que es uno de los mayores ‘private equity’ del mundo. Durante una conferencia celebrada en Singapur, Kravis ha asegurado que lejos de desestimar la posibilidad de invertir en Europa, el grupo está destinando recursos. “Estamos poniendo nuestro dinero a trabajar allí”.
Además, el inversor estadounidense Wilbur Ross, reconocido internacionalmente por hacer fortuna mediante la reestructuración de compañías en apuros, ha admitido su interés en activos de los bancos españoles, donde considera que se ha empezado a reconocer la magnitud de los problemas. “Puede que el próximo año sea el de España”, apuntaba el magnate en una entrevista con Bloomberg, donde aseguraba que “prácticamente cada semana” mantiene contactos con representantes de grandes entidades españolas. “Hemos estado haciendo un montón de trabajo en España, le hemos dedicado mucho esfuerzo y tiempo, pero todavía no hemos invertido dinero en España”, añadía Ross sin identificar sus potenciales objetivos.