Signs of neon (foto: douq88888) Modelo improductivo No hace ni dos años, con el inicio de la segunda legislatura socialista, se creó el novedoso Ministerio de Ciencia e Innovación, dotado de atribuciones y recursos necesarios para llevar a cabo una reestructuración de las bases científicas de nuestro país. Al mismo tiempo, hubo un compromiso gubernamental de incrementar los presupuestos dedicados a I+D para alcanzar los niveles de los países más avanzados de Europa, así como de desarrollar una Ley de la Ciencia que desterrara definitivamente el modelo feudal que impera en la mayoría de universidades y centros públicos de investigación españoles. Pocos meses después y con la excusa de la crisis, el MICINN es el ministerio que más sufre los recortes en los nuevos presupuestos estatales y la nueva ley de la ciencia “ni está ni se le espera”. A pesar de ello, el Gobierno de Zapatero mantiene insistentemente que el futuro del país ha de basarse en un “nuevo modelo productivo”, se entiende que sostenido en el conocimiento y la tecnología, dejando España de ser un país dedicado a los servicios y la economía del ladrillo. Es difícil explicar entonces cómo se va a producir ese cambio de modelo, cuando el presupuesto del ministerio responsable de la mayor parte del capital humano capaz de innovar e investigar se ve disminuido en un 15%, o cuando las plazas de investigador de un organismo como el CSIC se ven reducidas en un 60% respecto de 2007. ¿Qué mensaje se quiere enviar a los jóvenes que ahora están estudiando sus grados universitarios y que deberán ser el recambio en unos pocos años, cuando la investigación en España sigue siendo un “quiero y no puedo”, y donde los mejores currículos nacionales encuentran una cierta estabilidad laboral alrededor de los 40 años? En tiempos de crisis, la mejor inversión para el futuro no puede ser levantar zanjas o dar cheques-bebé. Si tanto nos comparamos con el G-20 a la hora de las recomendaciones ante la crisis, EE.UU. tiene ahora, gracias a los incentivos del gobierno de Obama, el mayor presupuesto de I+D de su historia, Alemania y el Reino Unido han duplicado el dinero dedicado a la investigación precisamente como remedio a la crisis. Francia y los países escandinavos han seguido una vía similar. En la crisis económica que afectó principalmente a Asia en los noventa, Japón y Corea del Sur hicieron lo propio, dedicando más recursos a la investigación y ahora son líderes económicos mundiales. Mientras tanto en España, el cortoplacismo y escasez de miras de nuestros dirigentes nos van a hacer perder el tren del desarrollo y el progreso, justo cuando por primera vez en nuestra historia estábamos a punto de alcanzarlo.