h de c Microcirugía No nos tientan los libertadores Que emparedan la verdad política Con argamasa de sapo, intelectualmente hablando. Porque sabemos Cómo saben tapiar las consonancias del mundo, Cómo lapidan la versificación del pensamiento Y la cadencia de humedales terrestres Con cantos de mortero. No nos persuaden Los que torturan hombres con sed de hierro y desierto, Con manos de arena, con labios acedos. Los mismos Que murifican la lealtad con palabras-ladrillo, Alba-añil, Y Colombia Es nuestra España mentida. Y qué importante es tener un adversario colosal, Para alimentar calumnias y disuadir a los ojos Del verdadero cautiverio de las Colombias: El saqueo de la libertad política. (¡que vivan las FARC! -corean el presidente y sus aliados-) Y cómo se me nubla un paisaje dentro Cuando oigo a una amiga de ese Pacífico llorar. Al enterarse de los elogios a la astucia canalla de los demagogos. Mientras leen acuáticamente sus ojos -que tanto aman la verdad- La contingencia a la par De la redención de rehenes Abanderada en el rostro de una mártir -magnético efecto- Con el periodo más emponzoñado y corrupto del gobierno de Uribe. Perfecto. No hubo sangre en la selva. Perfecto. Una trenza en su pelo saludaba el ejército. Perfección. Con sincrónico beneficio Los países comunicantes Puestos a merced de la falacia Ensalzaban la microcirugía del Presidente.