La república francesa posee una  semidemocracia, es decir, una democracia casi completa.  Así pues, los electores de toda la nación pueden elegir a su jefe de estado,  en unas votaciones directas para tal cargo y a dos vueltas, ganando el candidato  que obtiene mayor número de votos, el cual  está obligado moralmente a cumplir con lo prometido.

El pasado 15 de mayo el nuevo presidente de la república de Francia, FranÇois Hollande, tomó posesión de la presidencia sustituyendo a Sarkozy y nombró a su primer ministro Jean-Marc Ayrault. Al día siguiente se nombra al nuevo ministro de interior de Francia, Manuel Valls, nacido en Barcelona. Por lo que, Valls, se ha convertido en el primer francés de origen español elegido de forma democrática.

Manuel Carlos Valls  vino al mundo en la ciudad condal, ya que «eran las vacaciones, y mis padres, que vivían en Francia, quisieron que su hijo mayor naciera allí». «Soy el hijo de un pintor español y de una madre suiza italiana que eligieron Francia por su belleza, por su grandeza, por su suavidad». []

Su abuelo paterno era católico y editor de un periódico republicano español. Después de la victoria de Franco se le prohibió ejercer su profesión. Su padre, el pintor Xavier Valls, también nacido en Barcelona, emigró a París a finales de los años 40, donde conoció a su esposa Luisangela Galfetti, hija del arquitecto suizo Aurelio Galfetti. [][]

Los repúblicos  españoles podemos estar orgullosos de que un francés de origen español pueda ser elegido en cumplimiento de la libertad política, aunque sea en el país vecino.

Los principios del MCRC de los repúblicos  españoles pueden sintetizarse en dos: 1º- el principio de la libertad política, y 2º- el principio de la democracia.

El principio de la libertad política consiste en que los electores pueden elegir y deponer  a sus gobernantes. Los franceses pueden elegir de esta forma y FranÇois Hollande, Jean-Marc Airault y Manuel Valls han sido elegidos en libertad.

Nada de lo cual ocurre en España. Aquí “el hombre del elefante” (el rey) ya se eligió hace más de treinta años por el anterior caudillo y el presidente de gobierno actual ( Rajoy) ni siquiera se presentó a unas votaciones para  que los electores españoles eligieran tal cargo.

El segundo principio, el principio de la democracia, se refiere a la representación del sujeto político o distrito en la Cámara de representantes y a la separación de poderes en origen que asegure el control mutuo y la vigilancia entre sí del legislativo, judicial y ejecutivo.

En España no tenemos todavía una república constitucional ni  tampoco hemos conquistado todavía la semidemocracia francesa. Los jóvenes del 15M, que ocupan  de nuevo el espacio público de las plazas y la opinión pública – aunque sólo sea por unos días- deberían centrarse en tal objetivo y exigirlo con una pasión de libertad colectiva.

El ejemplo a seguir lo tenemos en Francia, en Manuel Valls.

 

 

Antonio Muñoz Ballesta.

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