Miguel Angel Fernández Ordoñez (MAFO) es culpable principal, junto con Zapatero y Solbes, de haber llevado a España al mayor desastre económico y social jamás ocurrido en tiempos de paz; de destruir el gigantesco edificio de las cajas de ahorro —referente del ahorro popular durante 170 años—; de mentir a los españoles negando la existencia de una burbuja inmobiliaria, lo que arruinaría a millones de personas, y de permitir la manipulación ilimitada de los balances de las entidades financieras bajo su supervisión. MAFO ha sido procesado por la salida a bolsa de Bankia, de lo que nos congratulamos, pero, si duda, es el más leve de todos sus delitos; a semejanza de Al Capone, que fue procesado y encarcelado por evadir impuestos.
España entró en el euro en 1999 —una unión monetaria diseñada para favorecer a Alemania— de forma absolutamente irresponsable, sin el menor análisis de las ventajas e inconvenientes que para nuestro futuro económico representaba tal decisión política. Desde 1961, y gracias al economista norteamericano Robert Mundell, autor de la teoría de las áreas monetarias óptimas, eran bien conocidos los efectos de las mismas, y en nuestro caso gravemente perjudiciales, algo que Aznar ignoró por completo. En 2012, el BCE inicia una fortísima expansión monetaria para beneficiar a Alemania, lo que origina una serie de burbujas en los países del sur de Europa, donde gobiernos y bancos insensatos ponen en marcha la mayor orgía de deuda de la historia europea.
En el caso de España, la deuda externa del sistema bancario pasa de 109.256 millones de euros en 2001, a 374.474 en 2004 y a 1,068 billones en 2008. Se multiplica por 10 en solo siete años; expansión que se dedica, en su mayor parte, a financiar la burbuja inmobiliaria. Este desastre iniciado por Aznar, lo acelera Zapatero desde 2004, y con la frivolidad y la ignorancia oceánica que le caracterizaban, hizo caso omiso de las voces que en su partido pedían deshinchar la burbuja, y en lugar de ello continuó incrementándola sin control alguno. El exceso de liquidez hizo pasar al sistema financiero “de la moralidad a la amoralidad y de ahí a la inmoralidad” (1).
Si España no hubiera entrado en el euro, la banca no hubiera tenido acceso a tan enorme volumen de financiación exterior y tendría que haberse financiado con sus depósitos y la burbuja no se hubiera producido, como tampoco se habría podido financiar la expansión internacional de las empresas del Ibex, otro desastre. Compraron muy caro, en el momento equivocado y en los países equivocados. El coste de ambos dislates ha recaído íntegro sobre el pueblo español, que ha acumulado y sigue acumulando una deuda que será la ruina de las generaciones futuras, convertida en un infierno fiscal para la clase media y la clase trabajadora.
En este camino hacia el abismo, primero Caruana y después MAFO como responsables de la supervisión bancaria, que estaban obligados a poner coto a tales disparates, han incurrido en serios delitos por “grave incumplimiento de sus obligaciones”, por negar al pueblo español la existencia de una burbuja que les arruinaría, por permitir la manipulación ilimitada de los balances de las instituciones financieras y por estafar a cientos de miles de pequeños ahorradores, delitos que son de cárcel en cualquier Estado de derecho que funcione como tal. Estas son las razones para procesar a MAFO, a Solbes y a Zapatero.
PRIMERA. En 2006, los inspectores del BdE le enviaron una carta en la que advertían de que iba a producirse una enorme crisis, por la irresponsabilidad con que bancos y cajas estaban concediendo créditos al sector inmobiliario, y no con dinero propio sino ajeno. Caruana era el gobernador ‘de jure’ pero estaba haciendo las maletas y el gobernador ‘de facto’ era MAFO, que además ya estaba en el consejo del BdE. MAFO, que disponía de mecanismos de sobra para cortar estas prácticas, hizo caso omiso de los inspectores. Fue su primer gran delito.
SEGUNDA. En abril de 2007 se produciría el desplome de la inmobiliaria Astroc. FT diría entonces que “el problema acabará afectando a todo el sector inmobiliario y a la solvencia de la banca”. En lugar de tomar medidas, Solbes y MAFO optaron por mentir masivamente animando a los españoles a endeudarse: “Los pisos solo pueden subir de precio, cuanto más se endeuden las familias para la compra de pisos, más ricas serán”. Solo por eso ambos deberían haber sido procesados.
TERCERA. En agosto de 2007, estalla la crisis financiera internacional, el BCE convoca una reunión de urgencia de los gobernadores de los bancos centrales de la eurozona. Asisten todos menos MAFO, que estaba de vacaciones y no le da la gana ir. A mediados de agosto, de la mano de Solbes, afirmaría que la crisis no tendría efecto alguno sobre nuestro país. Es decir, que a España, el segundo país con mayor deuda exterior, la crisis financiera internacional no le afectaba en absoluto.
CUARTA. En febrero de 2008, MAFO falsea las cifras de crecimiento de PIB del 4º trimestre de 2007 para ayudar a Zapatero a ganar las elecciones. Proceso de falseamiento que se ha convertido desde entonces en ‘procedimiento habitual’, y que ha llevado a día de hoy, como hemos demostrado más allá de toda duda razonable un grupo de profesores y economistas independientes, a que el PIB real sea un 17,5% inferior al oficial, algo que supone que la relación deuda/PIB es del 170% y no del 100% como falsamente afirman el Gobierno y los medios a su servicio, y la presión fiscal del 45% del PIB y no del 37%.
QUINTA. Pero lo peor fue que en una mezcla explosiva de ignorancia, incompetencia y voluntarismo suicida, Zapatero y Solbes, asesorados por los grandes banqueros, llegaron a la increíble conclusión de que los precios inmobiliarios iban a recuperarse en dos años. Este disparate justificaría los dislates mas inauditos, desde el falseamiento masivo de los balances bancarios al PIB, ya que como la crisis era de corta duración y los brotes verdes ya estaban a la vista, daba lo mismo la magnitud de las mentiras ya que en poco tiempo el retorno a un vigoroso crecimiento les absolvería de todos sus pecados. Tomar las medidas restrictivas que se estaban adoptando en el resto del mundo era tontería.
En el BdE, donde conocían perfectamente la realidad de los balances bancarios, incluidas todas aquellas triquiñuelas empleadas por los banqueros para ocultar la realidad patrimonial. Se sabía, sin la menor sombra de duda, que tal planteamiento era sencillamente de locos y MAFO como responsable de la regulación, de la inspección y de la estimación del PIB —que luego el politizado INE confirma siempre cuadrando las cifras a martillazos— no solo podía sino que era su obligación grave haber cambiado ese estado de cosas. Haría exactamente lo contrario. Fue nuestra sentencia de muerte, que llevaría al paro y a la miseria a millones de personas, la deuda crecería exponencialmente, hundiéndonos definitivamente en la mayor crisis económica y social de nuestra historia en tiempos de paz.
En la primavera de 2010, Aristóbulo de Juan, director general del BdE y gran experto en solucionar crisis bancarias —la de 1980, a la órdenes de Mariano Rubio, el último gran gobernador de la institución— realiza un detallado análisis en el que demuestra a MAFO que “el ajuste sería sumamente lento, sin alcanzar los precios que tenían en el pasado”. Propone un mecanismo de rescate y la financiación del mismo. “Está en juego la salud de todos, cajas, bancos y cooperativas”. Pero, sobre todo, concluyó que “el rescate no debe salir gratis (a las entidades), sino que debe haber un cambio sustantivo de la propiedad y de los equipos directivos de las entidades rescatadas, que presidieron su descapitalización o la consintieron”. “Cuando la economía va hacia abajo, la tolerancia es suicida”. Su propuesta de rescate, que hubiera cambiado nuestra historia económica, fue directamente a la papelera.
Lo que hace MAFO, en un caso inaudito de prevaricación y malversación de fondos públicos, delitos penales gravísimos en un gobernador de un banco central en cualquier Estado de derecho, es que a pesar de que el BdE poseía de largo los mejores profesionales del país, “en un auténtico golpe en la sombra, MAFO impuso que fueran sus amigos quienes diseñaran el mecanismo de rescate. El grupo estaba integrado por Cándido Paz-Ares, socio de Uría & Menéndez (a cargo de la parte jurídica), Emilio Ontiveros, presidente de Analistas Financieros Internacionales, AFI (diseño de la operación) y José Pérez (como Intermoney y en representación de las entidades)”.
El ‘plan de rescate’ de los amigos de MAFO ha arruinado la vida de la nación entera. Mientras, a los responsables no es que les saliera gratis, es que cuando se cambiaron los directivos estos no solo no respondieron de nada, es que recibieron indemnizaciones escandalosas. Y el cambio sustantivo en la propiedad fue que los grandes bancos se quedaron con muchas cajas con el dinero de los españoles. ¿Los perdedores? Los propios empleados de banca, donde decenas de miles han sido despedidos, mientras los culpables o se fueron de rositas o continuaron en sus puestos repartiéndose cada años bonus escandalosos por su ‘buena gestión’; los ciudadanos hemos pagado la cuenta.
Aristóbulo de Juan estimaba el año pasado en 103.000 millones de euros el coste del rescate para los ciudadanos, y ello sin incluir el coste adicional que representará el desastre de Sareb, y sin que la banca haya recuperado su solvencia y lo que es peor, sin que se haya restablecido el crédito a la economía. Aristóbulo de Juan es probablemente la persona que más luz podría arrojar en sede judicial sobre las responsabilidades políticas y penales de Zapatero, Solbes, MAFO, CNMV y todos los implicados en el mayor desastre económico y social de nuestra historia.
SEXTA. En tono menor, pero a título de ejemplo, aunque la Inspección le había pedido por tres veces la intervención de CCM, MAFO se negó y la permitió falsear sus resultados. Cuando la intervención fue inevitable, todo se haría de la forma más opaca y chapucera y nos costaría mas de 9.000 millones. El PP decidió pedir en el Parlamento una comisión de investigación, pero en el último momento, tal vez porque el marido de la señora Cospedal era uno de los responsables, ante el asombro de toda la bancada del popular. Montoro, que iba a presentarla, dio un brindis al sol y no lo hizo: “Son órdenes de arriba”, diría a sus indignados compañeros, que no salían de su asombro.
SÉPTIMA. Finalmente, el tema Bankia, por el que MAFO ha sido procesado, es la menor de sus tropelías, no por lo repugnante de los hechos —engaño masivo a los pequeños ahorradores por miles de millones en ‘acciones preferentes’ de un banco inviable que sabían que no podrían devolver— sino porque, al contrario que el resto de sus fechorías que afectaron a la nación entera y a las generaciones futuras, este engaño ‘solo’ afectó a unas decenas de miles de personas. Y también porque aunque el BdE y la CNMV fueron quienes dieron luz verde a la gran estafa, esta fue urdida ‘a la luz de unas velas’ por los grandes banqueros del país que para ayudar a Rato, idearon el proceso y no tuvieron el menor reparo en engañar a sus propios clientes, a quienes colocaron las preferentes de Bankia como activos libres de riesgo, cuando en realidad eran activos basura. Si de verdad se pretende hacer justicia, los grandes banqueros tienen necesariamente que comparecer en el juicio.
(1) Aristóbulo de Juan, director general del BdE.