(Foto: PPCV) Los sobreros AAterrizo en Madrid. Once horas de vuelo. Búsqueda de noticias en Google News y lo primero que aparece es el señor González Pons declarando que “sobran políticos”. Releo, el cansancio me debe haber pasado factura. ¿Un político español reconociendo que sobran sus compañeros de sufrimiento? Bueno al final no es tan dramático como pensé, solo sobran unos pocos, 50 diputados tal vez. A veces me planteo que el problema lo tenemos los demás. Quizá llevamos tantos años haciéndonos los tontos que la casta política realmente piensa que los somos. Demasiados años pensándose que pueden pisotear la inteligencia de todos los españoles a cada apertura oral. Quizá ha llegado el momento de decirles basta.   Señor Pons, don Rajoy y Rubalcaba; Zapateros y Pepiños, campeones todos. Los españoles estamos demasiado hartos de ustedes. No sobráis unos pocos. Sobráis todos. Todos vosotros profesionales de la política, sin oficio conocido, cuyas hazañas más notables se reducen a haber tragado con cada uno de los mandatos del partido desde bien jóvenes. Haber callado todas y cada una de las corruptelas, corrupciones y correrías de compañeros y opositores bajo la convicción moral que les da saberse iguales a los unos y diferentes a los demás. Y cuando alguno de ustedes hace evidente su propia golfería, le defienden torciéndole el morro. No vaya a ser que por un inconsciente paguemos todos nuestras deudas, piensan.   Pero como la falta (o el exceso) de inteligencia no esta reñida con la incontinencia verbal, aunque sí con la decencia, apostilla este señor: "Un país que se hunde hay que reconstruirlo, y eso requiere la generosidad y el esfuerzo de todos". ¿De todos señor Pons? ¿O solo de los otros, es decir, de los que sufren la desgracia de estar frente a quienes lo han hundido? No nos hable de generosidad y esfuerzo. Son dos palabras que a los oligarcas, les quedan grandes.   Léame, señor Pons. España solo tiene una oportunidad y pasa por sacarles a ustedes, partidócratas todos, de las reales poltronas para colocar en su lugar verdaderos representantes en una verdadera Democracia. Los únicos que pueden hacer realidad las aspiraciones de futuro de los electores a los que ustedes se empeñan en insultar permanentemente. La Libertad Constituyente está mas cerca de lo que creen y cuando llegue les aseguraremos que no dispondrán de sus cómodas poltronas y tendrán que sufrir sus propias ventanillas del paro. Miren, ahí concretamente, no sobra ninguno de ustedes.