Este jueves nuestro pais vive otro acontecimiento de afirmación partidocrática en perfecta conjunción con los mimbres de la Sociedad del Espectáculo que marcan el grado cero de la política que impera por doquier: La simulación de una huelga general.
La huelga ha muerto. Ya no existe Movimiento Obrero, ni Ideal de transformación social, ni conquista de la Democracia, todo se ha convertido en un inmenso simulacro que responde a los imperativos de una cámara, más que a los imperativos de una ideología.
Se trata de un mecanismo de reposición televisivo, todo va a ocurrir a la misma hora, en el mismo sítio y de la misma manera. Se van a recurrir a los mismos discursos, los sindicatos se han convertido en cómplices necesarios de la usurpación partidocrática de la Democracia. Como una compañía farandulera el guion se representa y todo vuelve a la normalidad exactamente igual que antes de la escenificación.
Perder el tiempo es reaccionario, jugar en vez de luchar es reaccionario.
Los sindicatos se oponen a la Libertad Política colectiva que permitiría a la sociedad civil el control de los legisladores a través del mandato imperativo, obstentan el monopolio ilegítimo de la protesta que necesita la partidocracia para mantener la simulación de Democracia.
Al igual que en las elecciones, muchos particiaparán en la huelga por buenismo, cometiendo el mismo error que la participación en las elecciones de la partidocracia, pensando que es mejor que nada, pero éste es precisamente el mecanismo de cierre que mantiene a los sindicatos
Hay que dejarse de males menores porque estos son los males mayores, hay que actuar con dignidad, racionalidad y firmeza.
Hay que luchar, no jugar. Este sistema al ser una dictadura Plural necesita que juguemos, para sustituir a que luchemos.
Fotografía de Lewis Hine
Carlos Roldán López