La defensa de la familia Pujol frente a la investigación fiscal que está concluyendo la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) para evaluarla con el juez Josep María Pijuán (juzgado 30 de Barcelona), poco partidario de llegar hasta el fondo del asunto (según se deduce de su extraño comunicado tras estallar el escándalo), se está basando en un triple frente: por un lado el mediático, donde intentan hacer calar la idea de que la existencia de un empresario homónimo ha confundido a los inspectores. Por otro lado el político, donde apuntan en los mítines que todo es fruto de una conjura de las “alcantarillas” del Estado contra Cataluña, y el tercero judicial, con el anuncio de querellas y demandas contra aquellos que publiquen algo en relación a este escabroso asunto.
“Hay un empresario que se llama Jordi Pujol Ferrusola, de edad similar al hijo mayor de Jordi Pujol y que además vive en la misma avenida que el expresident. Y sus propiedades y empresas (había sido agente de la propiedad inmobiliaria y ahora se dedica al negocio del arte) son atribuidas al Jordi Pujol hijo del político. Además, se le adjudican bienes al otro lado del Atlántico que aseguran que no tienen”, señala El Confidencial, que añade que en medios cercanos a la familia Pujol se piensa que “lo que ha salido es un panfleto político. Pero, además, si no existe una investigación judicial, tal y como afirma el juzgado del caso Palau, el ministro del Interior tiene un grave problema. Si dice que no existe este documento, ha de denunciarlo a la Fiscalía, porque es ilegal. Y si existe, ¿cómo sabe la Policía que hay cuentas en Suiza a nombre de estos políticos? ¿Es que ha investigado en aquel país? Eso sólo lo podría hacer una comisión rogatoria y no parece que sea el caso. Por tanto, de haber hecho indagaciones, también serían ilegales, por lo que también tendría que denunciarlo en Fiscalía”, subraya la misma fuente.
Convergència i Unió (CiU) insiste en que “ni Jordi Pujol i Soley ni Artur Mas i Gavarró tienen ninguna cuenta corriente en Suiza. Es evidente. Y por eso interpondrán querella criminal contra quien ha publicado estas infamias”, dice a El Confidencial una fuente de la dirección convergente. La informaci´n, sin embargo, señalaba que todo se ha hecho a través de una Fundación, que opera con 8 sociedades a través del banco suizo Lombard Odier, cuyo saldo es de 165 millones de francos suizos (137 millones de euros). Tanto Jordi Pujol (padre) como su esposa Marta Ferrusola y sus hijos Jordi y Oriol figurarían como “beneficiarios”.
Esta condición de “beneficiario” y no “titular” es la que esgrime también Artur Mas para negar que tenga o haya tenido dinero en Liechtenstein, algo que achaca oficiosamente (nunca ha declarado nada sobre este asunto ni nadie le ha preguntado) solamente a su padre, ya fallecido, Artur Mas Barnet. Pero lo cierto es que las cuentas secretas del LGT Bank desveladas por su empleado Joseph Kieber, el informático hispanoalemán que llegó a vivir en Cataluña, contenían a Artur Mas (padre) como titular y al hijo como “beneficiario”, que llegó a entregar incluso una copia de su DNI, como es preceptivo. De todo ello informó DRC los días 2, 5, 11 y 12 de noviembre, iniciando la publicación de esta investigación dos semanas antes que el diario “El Mundo”.
Pero la campaña electoral está permitiendo las evasivas: “Son capaces de organizar cualquier campaña de provocación diciendo bestialidades. Y esta vez esa campaña tiene más decibelios, porque nos jugamos mucho más. En esa guerra sucia, utilizarán todo lo que tengan a mano, la mentira, la calumnia, la difamación e incluso son capaces de fabricar pruebas aunque éstas sean falsas. Pido que la gente esté a nuestro lado, no para tapar nada, sino porque este país necesita demostrar los próximos 4 años que es capaz de encarar no sólo el análisis de la historia, sino un futuro mucho mejor. Por eso, que todos se pongan las pilas y hagan un acto de reflexión”, dijo Artur Mas para pedir el voto.