Cobran por voto, por escaño, por seguridad, por funcionamiento… El BOE ha publicado esta semana la primera remesa de fondos públicos que recibirán tan altruistas instituciones, que se eleva a 68,5 millones de euros de un total de 110 que han fijado los Presupuestos Generales del Estado.
Pero esto es solo el aperitivo del banquete de las subvenciones. Por cada voto que reciban en cualquiera de las campañas electorales que se celebran en España también cobran, de ahí que el Movimiento Ciudadano hacia la República Constitucional promueva la abstención hasta que los partidos políticos dependan sólo y exclusivamente de los ingresos de sus afiliados.
Tan sólo Alemania lo hace así, aunque admite también donaciones, mientras que Francia paga 1,6 euros por voto, cantidad que en España se eleva a 0,83 euros. En Italia son 500 millones de euros lo que cuesta cada legislatura, mientras que en España la opacidad es de tal calibre que ni siquiera se conoce esta cifra, que sólo los periodistas y economistas más aventurados se atreven a publicar sumando los numerosos y variopintos conceptos por los que un partido cobra del Estado.