Libertad Constituyente ¡YA! Las palabras, según Ralph Waldo Emerson, son acciones.   En la escritura constitucional emersoniana, que se refiere tanto a la constitución personal como a la constitución política, "sobrealma", "yo" (o la reflexión sobre la identidad que se manifiesta en la serie Self-help, Self-trust, Self-Recovery, Self-Reliance), "carácter" y, finalmente, "cultura" y "constitución", trazan, según don Antonio Lastra – el gran conocedor de Emerson en España- sucesivos círculos concéntricos.   Cuando las palabras son las acciones más generosas que podemos dar a los demás, entonces la confianza en nosotros mismos es la mejor y la mayor que podemos alcanzar, y, a la misma vez, la garantía de nuestra victoria, que no será una victoria para nosotros, sino para todos. No queremos el poder político para que los gobernados nos teman, como hacen los miembros de la partidocracia actual. Queremos, al contrario, como dijo Thomas Jefferson, que el poder del estado tema a los gobernados, porque es la única manera de dejar de ser siervos voluntarios y conquistar nuestra condición de ciudadanos libres. Nuestra constitución personal se une a la mejor constitución de todos y para todos.   Cuando, en una hermosa tarde de primavera murciana, desplegamos, para toda España, la palabra en toda su extensión de LIBERTAD COSNTITUYENTE, ¡YA! en el puente viejo de Murcia, una gran luz de verdad iluminó todos nuestros corazones, aumentó la firmeza y convencimiento de nuestro carácter libertario, la cultura española restableció su hilo conductor con los héroes de la libertad que dieron su sangre por ella, y además la constitución democrática en potencia se hizo más real. La ciudad se iluminó por la luz de la verdad política y las negras nubes, amenazantes en las horas previas, se retiraron definitivamente. Entonces, los ciudadanos se unieron a nosotros y a nuestra gran acción.   Una vez enarbolada la libertad constituyente ya nada ni nadie podrá destruirla. Ahora sigue levantada en las marchas populares de indignados y vive en los corazones y mentes de miles de repúblicos por toda España. El 23 de julio brillará de nuevo en Madrid y, pronto, será realidad en toda la patria.   ¡ VIVA LA REPÚBLICA CONSTITUCIONAL !