El Consejo de Política Fiscal y Financiera acabó con un acuerdo absoluto en el que el Gobierno dibujó un panorama idílico y los medios de comunicación se lo tragaron y lo retransmitieron: todas las autonomías prometen recortar gastos, incluso ayudándose unas a otras (Cataluña medió a favor de Andalucía) y la única suspensa es Asturias, aunque tendrá su recuperación en 15 días, cuando exhiba sus recortes por valor de 616 millones de euros.

Radio Libertad Constituyente reflexionó sobre los datos de esa transcendental cita y concluyó con un absoluto escepticismo. “Ha sido un engañabobos donde ha primado la prosopopeya de todos entre alharacas y verborrea desmedida, como siempre”, dijo Trevijano.

El problema no son las palabras ni que se presuma ahora de que las autonomías españolas son ejemplares. Lo dramático es que esas promesas de recorte han de traducirse en hechos y ni las autoridades europeas ni el mercado creen que España vaya a acometerlo ni mucho menos a conseguirlo.