La cumbre del G-20 promovida desde el Consejo Europeo por Sarkozy para reformar el sistema financiero internacional, y que se celebrará en la capital estadounidense el 15 de noviembre, tendrá como objetivo principal, según Bush, establecer una “serie común de principios” que supondrán un paso fundamental para evitar crisis similares, pero sin perder de vista la necesidad de comprometerse con el “mercado libre, la libre empresa y el libre comercio, que son los fundamentos del crecimiento económico”. A pesar del veto del anfitrión, Zapatero confía en los buenos oficios de Sarkozy y Durao Barroso para incluir a España en un cónclave que podría marcar el destino de la economía mundial en las próximas décadas. Con la solidez de su sistema financiero como principal carta de presentación de un país serio, el Gobierno español considera que sus recomendaciones deben ser atendidas en la conferencia de Washington. Sarkozy propone crear fondos soberanos nacionales para proteger a las grandes empresas europeas de los capitales “extranjeros”, y después de proclamar “la muerte de la dictadura del mercado”, advierte sobre una revolución a escala planetaria si fracasa la “refundación del sistema capitalista”. Ésta es imposible, según Hugo Chávez, quien entusiasmado con las palabras de su “camarada” francés, reclama “una cosa nueva”: “Un socialismo del siglo XXI”. En una condena de los vicios privados sin beneficios públicos, Zapatero pondera las aportaciones que podría hacer el Gobierno español en la conferencia del G-20: “queremos ir para cambiar las cosas y que los ciudadanos de mi país y de otros sepan que hay gobiernos dispuestos a no consentir tanta avaricia o que se engañe a tanta gente por voracidad”; y en contra de las medidas proteccionistas, se muestra convencido de que la libre competencia hará que los mercados financieros salgan adelante. La “visión española” estaría fundada en una reforma del FMI que promueva un sistema de inspección más riguroso y transparente, haciendo que los mercados financieros sean “accesibles y controlables por los ciudadanos a través de los Gobiernos”. Que éstos sean controlados por las sociedades civiles a través de sus representantes no entra todavía en las miras de Zapatero. hechos significativos La tasa de desempleo se sitúa en el 11,33%. Las eléctricas devolverán 1300 millones por emitir CO2.