Durante la campaña electoral, el Gobierno ha mantenido como logro propio el éxito económico, reflejado en los récords del crecimiento PIB, número de empleados, afiliados a la seguridad social y superávit estatal. Aún con las incertidumbres de la crisis financiera, Solbes y Rodríguez Zapatero insisten en que las bases de la economía española son lo suficientemente sólidas, junto a su sistema bancario, para asegurar un futuro sin problemas. Este mensaje feliz y optimista ha sido diseñado por los asesores del Presidente de Gobierno, como si la evolución negativa de la economía, anunciada por los más prestigiosos diarios económicos del mundo, no fuera a tener lugar hasta después de las elecciones. Sin embargo, los datos en contra han aparecido justamente antes de celebrarse estas. El Banco de España no podía ocultar hace dos días los datos catastróficos de la construcción en el último periodo: número de licencias, visados, aumento de desempleo y riesgo de quiebra en los próximos meses, para la mitad de las inmobiliarias del país, indican que no existe el aterrizaje suave que el gobierno sigue defendiendo ante sus electores, sino un estallido de la burbuja inmobiliaria, que de acuerdo al artículo de hoy publicado en The Wall Street Journal, va a suponer para la economía española, en el mejor de los casos, una perdida del 2% de su PIB, y más de un 1 millón de nuevos desempleados para 2008. Las cifras del INEM, incluso con todos los intentos del ministro Caldera por maquillar los resultados, dibujan ya el escenario: en enero se registraron 130.000 desempleados y en febrero se espera superar esta cifra. Este mismo panorama se ha presentando en el informe de FUNCAS publicado hoy: la construcción cae en picado como motor de la economía y no hay sector productivo preparado para tomar el relevo. Se añade además, que la demanda interna también se ha frenado al restringirse con el corte de las hipotecas, los créditos privados al consumo. Para agravar más la situación, Financial Times crítica el bajo perfil político de los dos candidatos a primer ministro, a los que tilda, de marioneta de Aznar (Rajoy), y de aburrido y sin mensaje (Rodríguez Zapatero), y resalta que ninguno de los dos tiene la solución para la crisis. No la pueden tener quienes ejecutan una farsa, debates pactados, para jugar a otra, elecciones pseudopresidenciales. Su guión no les permite navegar contra la tormenta que sus decisiones crean. hechos significativos Riesgo de conflicto bélico entre Colombia y Ecuador. El Supremo permite presentar el debate entre Zapatero y Rajoy al desestimar el recurso de IU, CIU y PNV.