Cenaba con él en Marbella, Santander o Lanzarote, lo ha condecorado con la “Raimunda”, la gran cruz de San Raimundo de Peñafort y sólo le ha faltado nombrarlo senador como Calígula hizo con su caballo, aunque dos de sus hijas estudian las oposiciones a la magistratura para ser juezas. El escándalo del juez Dívar, que está enfangando la Justicia española hasta extremos nunca vistos y fue enjuiciado severamente por el abogado Antonio García Trevijano.
El diario El País informaba de que en 2010, el escolta recibió la medalla al mérito policial con distintivo rojo, que conlleva una pensión del 10% de aumento en su salario de por vida. Entre 1996 y 2005, fue galardonado con una medalla al mérito policial con distintivo blanco, otra, al merito de la Guardia Civil, y con dos cruces de San Raimundo de Peñafort.
Cuando el 30 de mayo, en comparecencia pública trataba de restar importancia a estos gastos, Dívar también afirmó que la persona con la que había cenado tenía “carácter público y oficial y que no respondía a relaciones personales”. Luego se acreditó que ni siquiera habían tenido lugar las citas en las instituciones que él había presentado, desmintiéndolo incluso el Ayuntamiento de Málaga.
El jefe de seguridad pasaba también ågastos de comidas, pero no de cenas. Y el colmo ha sido que, como en los tiempos de la Rusia de Stalin, las escenas en las que aparecía Escorial junto al presidente en viajes al extranjero han sido retiradas la semana pasada de al menos cuatro vídeos institucionales.