“El Tribunal Constitucional es una instancia política que no puede funcionar como última instancia judicial contra el Tribunal Supremo. Hay que suprimirlo porque es una institución antidemocrática para impedir que exista separación de poderes”, declaró el abogado y notario Antonio García Trevijano en los micrófonos del informativo de Radio Libertad Constituyente.

 

La presidenta de la Comunidad de Madrid había planteado la posibilidad de eliminar el Tribunal Constitucional y convertirlo en una sala del Supremo, tras criticar la sentencia que legaliza el partido “Sortu”. Antes había pedido suspender la final de la Copa del Rey entre Barcelona FC y Atlétic de Bilbao si se oían pitidos contra la Monarquía y el Himno de España. O la reducción del 50% de los diputados en todas las cámaras autonómicas y la suspensión de las emisiones de televisión regionales, que tanto endeudan al erario público.

 

Sin embargo, aunque la actitud férrea de Esperanza Aguirre pueda gustar a algunas capas de la población y se eche en falta mayor firmeza en la dirección de la política que emana de Moncloa, no son respuestas positivas. La firmeza de la presidenta madrileña ignora la Ciencia Política, aunque es verdad que el Tribunal Constitucional sobra, pero por otras razones.

 

Nunca debe suspenderse ningún acto público por las protestas de los ciudadanos, por poco que gusten, y predicar la austeridad y combatir el despilfarro debe empezar por el ejemplo de uno mismo y tanto Telemadrid como la Cámara Autonómica madrileña siguen funcionando igual de bien o mal que cuando gobernaba Joaquín Leguina con los socialistas. Luego Esperanza Aguirre ha quedado en paños menores por su impostura e hipocresía, que linda con la demagogia.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí