El asesinato del ex-concejal socialista Isaías Carrasco a cargo de la ETA provocó la respuesta unánime e inmediata de los partidos con delegación en el Parlamento en la forma de un llamamiento a la participación en el referéndum del 9M. “El voto contra ETA” ha sido un titular recurrente en todos los medios de comunicación durante el fin de semana. Se cerraba de ese modo una campaña política que en sus últimos días había tenido a la abstención como tema central. El diario británico Financial Times publicaba una entrevista al responsable de la campaña electoral del PP en la que éste afirmaba que la estrategia de los populares para obtener la derrota de su contrincante buscaba la abstención entre el electorado socialista, por medio de la creación de un panorama incierto ante temas tan capitales como la economía, la inmigración y los nacionalismos (29/2/08). Poco antes, los diarios vascos Gara y Berria editaban un comunicado en el que la ETA convocaba a los “abertzales” a la abstención y el boicot de las elecciones, en un claro afán por desmarcarse del resto de formaciones políticas. La banda armada aducía en su texto que ese era el modo de dar al próximo inquilino de La Moncloa el mensaje de que “Euskal Herria seguía en pie” ante la situación de opresión del Estado español (Gara, 1/3/08). Todo esto apenas transcurridas 24 horas desde que varios cargos electos independentistas expresasen la misma idea en una rueda de prensa (Gara, 28/2/08). El protagonismo que había alcanzado la abstención ponía en peligro una afluencia alta de votantes a las urnas. La participación, finalmente, ha sido similar a la del referéndum de 2004. Con su crimen, la ETA ha sabido articular un doble discurso en pro de sus intereses. Por una parte, ha protegido a la partidocracia de un descenso en el índice de participación, al movilizar a muchos ciudadanos que, de no haber mediado el atentado, verosímilmente se hubiesen abstenido, y, por otra, ha logrado la abstención de sus partidarios. Queda patente así la peligrosa simbiosis entre este régimen de poder y el terrorismo, y el papel fundamental que juegan los terroristas en el proceso de legitimación de los cargos electos. hechos significativos Los partidos “del arco parlamentario” y los medios de comunicación convocaron durante el fin de semana al electorado a acudir a las urnas para derrotar a la ETA. La participación en el referéndum del 9M se ha mantenido en porcentajes similares a los del año 2004.