El plan de retirada de las tropas militares españolas en Afganistán, que fue conocido hoy y que comenzará a aplicarse en octubre, fue tratado en los informativos de Radio Libertad Constituyente. El letrado García Trevijano calificó de “inmenso error” la declaración de guerra del presidente George Bush tanto a ese país como a Irak. En éste no había armas de destrucción masiva ni existía relación alguna con Bin Laden, que fueron los motivos alegados como casus belli . La guerra contra Afganistán tuvo motivaciones aun mas grotescas. Incluso sabiendo que Bin Laden podría estar escondido en la frontera de este país con Paquistán. Como decimos en España, se fue a la guerra para matar moscas a cañonazos.
Esa inútil guerra en Afganistán tenía que haber terminado hace mucho tiempo, y cuanto antes se retire España, mejor. En general, y salvo situaciones de crueldad excepcional, la intervención de la comunidad internacional con el paraguas de la ONU para derrocar militarmente a un tirano sanguinario no debe hacerse por el solo hecho de que sea una dictadura cruel. Pero debe hacerse cuando su politica expansiva provoca víctimas y daños más allá de sus fronteras. No hay ley politica o moral que especifique cuando se debe atacar a las dictaduras, con fuerzas militares patrocinadas por la ONU y cuando no. Como esta cuestión es imposible de resolver con fórmulas a priori, en cada caso concreto se ha de saber si la intervención militar extranjera puede traer más males que beneficios. Se ha dicho desde siempre que las guerras se saben empezar, pero no terminar. Sobre todo entre bloques muy diferentes en potencia de fuego. Los casos de Corea, Vietnan, Kuwait, Irak, Afganistan y entre naciones de la antigua URSS son ejemplares para disuadir a las grandes potencias de su inclinación a resolver por la fuerza lo que no pueden lograr con la diplomacia. Salvo casos de patente excepcionalidad, hay que abstenerse de intervenir por la fuerza militar de la ONU si las tropelías de una dictadura no dañan a terceros países. Otra cosa muy diferente es que se ayude sin reserva a la oposición interior.
