El Tesoro Público ha superado ampliamente sus expectativas en la primera subasta del año al colocar casi 10.000 millones de euros, el doble de lo previsto, en bonos a bajos tipos de interés. La demanda ha vuelto a ser alta y ha superando los 18.500 millones de euros, manteniéndose la buena racha de las últimas subastas según datos del Banco de España.
La primera subasta de la era Rajoy se ha cerrado con éxito. Ahora queda dilucidar si este éxito se debe a las medidas de ajuste del nuevo Ejecutivo, tal y como han declarado fuentes gubernamentales, o se debe a algún otro factor. Los expertos lo tienen claro y, pese a los elogios de el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, a las reformas “muy extraordinarias” acometidas en España e Italia, atribuyen precisamente a su institución el éxito de las últimas subastas.
El mecanismo es el siguiente: las entidades obtienen préstamos del BCE al 1 por ciento y con ese dinero compran deuda de los países a un tipo de interés más elevado, quedándose con la diferencia como ganancia. El objetivo teórico de las subastas extraordinarios del BCE es reactivar el flujo de crédito a empresas y particulares pero los bancos consideran que las inversiones en deuda soberana tiene menor riesgo, por lo que dedican esos fondos a la compra de deuda española e italiana, que también tuvo una gran demanda.
Fotografía de Antonio Tajuelo