“Clamor independentista”, titulaban Abc y La Vanguardia, mientras que El Mundo veía como el “clásico” partido de fútbol entre Barcelona y Real Madrid se transformaba en “altavoz independentista” y “El País” veía el clamor pero lo calificaba de “soberanista”. Mientras la prensa deportiva de ambas ciudades y los futbolistas ponían el énfasis en el espectáculo deportivo y huían de la politización, lo cierto es que los “merengues” se llevaron un punto del Nou Camp pero Cataluña se llevó la imagen independentista que quería proyectar a los 400 millones espectadores que vieron el encuentro en todo el mundo.
“Como ya viene siendo habitual en los últimos encuentros disputados en el estadio del Barça en esta liga, en el minuto 17 y 14 segundos de partido Barça-Madrid el Camp Nou ha vuelto a clamar por la independencia, aunque la reivindicación ha durado apenas medio minuto. El momento escogido para alzar la voz alude al 11 de septiembre del año 1714, día en que las tropas de Felipe V entraron en Barcelona, abolieron las instituciones catalanas e impusieron el uso del castellano. El público se ha arrancado con gritos de ‘In, inde, independència’ y ha ondeado miles de ‘senyeres’ y ‘estelades’, además, se ha visto una pancarta con el lema ‘Catalonia next European state’. De hecho, ya antes del inicio del encuentro se oían cánticos a favor de la independencia y una gran estelada se desplegaba en el gol norte del estadio. Pero el cántico más emotivo ha sido el del himno del Barça al tiempo que se desplegaba el mosaico. Aunque ya no sonaba por megafonía, los aficionados la han entonado por duplicado”, contaba un periódico tan poco belicoso como La Vanguardia.
Por su parte, el Periódico de Catalunya señalaba que “los culés han lamentado en Twitter que Canal+ no recogiera el momento”, aunque su locutor, Carlos Martínez, habló de grito “unánime” en favor de la independencia, pero de forma escueta y sin imágenes. Por eso, El Periódico difundió un vídeo desde su web donde se veía este momento, aunque desde una esquina donde se sentaba un grupo independentista. La Vanguardia, en cambio, recogió la crónica deportiva de “El Mundo” con el titular: “Un columnista de ‘El Mundo’ sugiere que los catalanes mataron a Jesús. Juancho Armas Marcelo recuerda que Poncio Pilatos era de Tarraco, provocando carcajadas en las redes sociales”.
El autor se declaraba seguidor del Real Madrid, pero escribía que “el anunciado mosaico lo exige: un partido de fútbol de dos equipos extraterrestres tendrá una lectura política. Hace tiempo que en Barcelona, como en el resto de España, la bolsa no suena. No hay dinero, pero el catalán desde los años de Pilatos sabe que los símbolos son capitales para el triunfo. Cito a Pilatos porque era el gobernador de Tarraco en tiempos de Cristo. El hombre, contra su voluntad, fue destinado por el Imperio a Judea (o Palestina, como ustedes quieran) y se llevó de Cataluña -también por orden del Imperio romano- su guardia pretoriana (de catalanes) y un par de legiones de leva obligatoria. Al recalar en Jerusalén, se encontró con aquel ser superior, Jesús, hijo de José, que decía ser Hijo de Dios y con el Sanedrín judío. Saquen conclusiones de quién o quiénes mató o mataron a Cristo. Y quien dio la lanzada final al costado del Maestro. Al final se jugaron la túnica de Jesús a los dados, en aquella película protagonizada por Victor Mature titulada exactamente La túnica sagrada. Más conclusiones: «La pela es la pela», aunque sea del Hijo de Dios, y el euro no iba a ser menos”.
La prensa deportiva pasó de puntillas sobre el asunto. “Como estaba previamente anunciado, el Barcelona aprovechó el Clásico para cubrir el Camp Nou de un gigante mosaico con los colores de la Senyera como gran decorado en un momento en el que el clima político es tremendamente delicado. La declaración de intenciones se hizo aún más evidente cuando en el minuto 17 de partido se escucharon gritos de “independencia”, según Marca. En As señalaban que “el grito de “independencia” fue mayoritario en las gradas”.
“En la plantilla azulgrana ya se había hablado públicamente del clima politizado que rodearía al partido. Xavi Hernández había dejado claro que el asunto tenía que analizarse desde la normalidad: “Tratamos de aislarnos del tema extradeportivo, sabemos que hay un tema político importante y la gente está muy pendiente, pero trataremos de jugar al fútbol, que la gente lo pase bien y disfrute. Que se expresen como crean, estamos en democracia, y nosotros para jugar y tratar que se sientan orgullosos de nosotros”. Tito Vilanova envió también un mensaje de mesura y Piqué, baja por lesión, dejó claro que no pensaba que el partido fuera una confrontación “entre España y Cataluña”, contaba As. Pero fue el propio Barcelona hizo pública su intención de convertir el Camp Nou en una gran senyera gracias a 98.000 cartulinas que cubrirían todo el estadio con la bandera catalana en el momento en el que saltaran al campo los dos equipos. En paralelo, la Asamblea Nacional de Catalunya había realizado un llamamiento para que todo el público mostrara las esteladas, banderas independentistas con el objetivo de “transmitir al mundo la voluntad de los catalaneas de tener un estado independiente”.
La voz discrepante fue la del periodista Manuel L. Torrents de Voz Populi, que escribió que “el público del Camp Nou confirma que va al campo a disfrutar del espectáculo y no a hacer política”, pues “los gritos previstos de independencia más anecdóticos que otra cosa: la gente, pendiente del partido. Buen encuentro, muy lejos de convertirse en un referente de la etapa independentista”. Lo más curioso es que “Sport”, “Marca” y “As” coincidían en titular el partido con elogios a Messi y Cristiano Ronaldo (“Empate de cracks”, “Messi y CR7, de oro” o “Dos balones de oro”, mientras que “Mundo Deportivo” lo encabezaba emulando a Julio Iglesias: “La Liga sigue igual, el Madrid está a 8”. Todo ello sobre un partido que fue un ejemplo de deportividad y que brindó 4 goles, aunque el espectáculo en el terreno de juego fue algo menos brillante que en otros clásicos.