Se les pagan sus gastos oficiales bajo palabra de honor de que los han efectuado y de esta forma no necesitan ni tarjeta de crédito. El diario “El País” ha revelado que el Consejo General del Poder Judicial que dirige Carlos Dívar paga los gastos de sus miembros con que sólo digan de viva voz que pertenecen a un acto oficial o a un almuerzo o cena con alguna persona relevante, de la que no están obligados ni a decir su nombre. Así funciona un órgano que tiene 74 millones de euros de presupuesto.
Radio Libertad Constituyente analizó la cuestión y el abogado Trevijano recordó que éste era el máximo órgano judicial español, encargado de velar por la justicia que a sí mismo no se aplicaba: “Funcionan igual que la Casa Real, no hay transparencia alguna ni límite en la corrupción”. El periódico madrileño reveló además que el nombre de Dívar fue pactado por Zapatero y Rajoy, pues el primero lo propuso a recomendación de su vicepresidenta Teresa Fernández de la Vega y el segundo lo aceptó encantado. Un ejemplo más de la partidocracia y su ya no tan velado funcionamiento en España.
