Las advertencias a los empresarios de que los trabajadores no pagarán las consecuencias de la crisis económica y la demanda de que inviertan sus beneficios para seguir creando empleo y pagar salarios dignos, fueron las principales reivindicaciones del Primero de Mayo. Los secretarios generales de CCOO y UGT hicieron notar al Gobierno y a los empresarios que no aceptarán ningún mensaje de moderación salarial ni recortes de los derechos sociales de los trabajadores por la desaceleración económica. Cándido Méndez emplazó al BCE y a los gobernantes a que den ejemplo, y pidan a los ejecutivos de las multinacionales que “se aprieten el cinturón”. Feliciano Fidalgo reclamó del Ejecutivo que no perdone “ni un euro de impuestos” a los empresarios que no tengan proyecto de inversión productiva o que vengan del “ladrillo a poner el cazo”. Sobre la inmigración, los dirigentes sindicales pidieron que se acabe con las “bolsas de economía sumergida”. El ministro de Trabajo e Inmigración, Celestino Corbacho, calificó de “muy positiva” la predisposición de CCOO y UGT para abordar con el Gobierno la búsqueda de soluciones a la recesión. En una sociedad con distintos intereses el conflicto es inevitable; tanto como el sindicalismo ante la existencia de salarios, beneficios empresariales y libertades. Y si los sindicatos no son reivindicativos pierden su razón de ser. Hoy en día, el Estado aparte de ser el patrón de millones de trabajadores, garantiza el pago de las deudas contraídas con los pensionistas. Los partidos, ahora estatales, son los gerentes de la economía pública. La acción sindical se desvirtúa con el abandono de los medios de presión política inherentes a la misma, y la innata predisposición al pacto con el Gobierno de la sedicente izquierda. hechos significativos El calentamiento de los océanos está creando desiertos en los fondos tropicales, a causa de estar disminuyendo la concentración de oxígeno en grandes áreas submarinas. Mariano Rajoy estudia sancionar a Luisa Fernanda Rudi, diputada del PP, por romper la disciplina de voto del Grupo Popular, absteniéndose en la votación del Real Decreto-Ley que facilita el minitrasvase del Ebro a Barcelona. El nuevo responsable del CSIC, declara que se quiere "atraer a los mejores científicos, españoles o no".