(Foto: informatique) En la magnífica página web del parlamento europeo existe una sección titulada “Diez buenas razones para votar” en la que se exponen diez argumentos para incitar a los europeos a que voten en las próximas elecciones del día siete de Junio. Es relevante comprobar cómo los argumentos utilizados han sido esgrimidos durante años en España. Al mismo tiempo nos da una muestra de la cultura política que sobrevuela la ciudadanía europea cual ave de rapiña. Empezaremos por desmontar la primera buena razón mostrada por los políticos de Bruselas y veremos como en definitiva no es más que una coacción basada en el chantaje. Dice así: “Votando en las elecciones al europarlamento tú elijes quién influencia tu futuro y la vida diaria de cerca de 500 millones de europeos. Si a ti no te importa, a algún otro le importará y decidirá por ti quien te representará en la única asamblea paneuropea elejida directamente. Los diputados electos conformarán el futuro de Europa durante los próximos 5 años ¡Obtén la Europa que deseas! Si no votas no te quejes”. El argumento es tan demencial que desmontarlo minuciosamente llevaria tres artículos ya que cada una de sus frases contiene o una falsedad o una exageración. Si atendemos al conjunto, la majadería se muestra en su grotesca desnudez. Nada más y nada menos que se condiciona la libertad de expresión política de cada ciudadano a que previamente haya ejercido su derecho al voto. “Si no votas no te quejes”. Esta es la gran contribución de los europeos a la libertad política, destruir la esencia política del hombre si previamente éste no ha pagado con papeleta electoral y subvención monetaria a los partidos políticos que monopolizan la decisión política, acordándose de los ciudadanos cuando tienen que renovar el poder chamánico que ejercen sobre ellos. El calculado argumento, para acercarse a la realidad debería reescribirse así: Votando en las elecciones europarlamentarias no elijes quien te representa, solo refrendas la lista que ha confeccionado el jefe del partido y así su poder sobre los enlistados, que se distancian irremediablemente de los problemas que nos afectan, conformando una casta seleccionada para mantenerse en el poder a toda costa cohesionada por un suculento y oculto botín dinerario y el consenso político. Si no votas no ocurre nada, ya que aunque votes, los europarlamentarios seguirán a lo suyo, ¿acaso han escuchado el NO irlandés? En próximas entregas seguiremos desmontando los argumentos del eurovoto.