Los funcionarios de la OTAN, la Administración estadounidense y los altos cargos diplomáticos no salen de su asombro ante la espantada unilateral con la que ha amagado la ministra Chacón, sin mantenerles informados a través de los canales apropiados. En el “Corriere della Sera” recogen las declaraciones de un general italiano, molesto con la actitud española: “como mínimo son unos maleducados: retiran sus 632 militares de la zona occidental de Kosovo, donde operaban bajo nuestro mando, y ni siquiera han tenido la delicadeza de llamarnos por teléfono”.   En la prensa de toda Europa aluden a este insólito desastre diplomático, negando la versión oficial de España acerca de la retirada de las tropas –no reconocer al nuevo Estado kosovar por consideraciones relacionadas con los separatistas vascos y catalanes- ya que ha pasado bastante tiempo desde la declaración de independencia. Por tanto, la prisa del Gobierno español ha sido interpretada como un gesto demagógico para desviar la atención de la acuciante crisis económica.   Zapatero ha dado la consigna de cerrar filas y asumir colectivamente la concatenación de errores en Kosovo: “todo el Gobierno conocía la decisión” (hasta Moratinos ha dicho que lo sabía y, por supuesto, apoyaba). Ante el vergonzoso espectáculo que está dando el Gobierno, según Pío García Escudero -el portavoz del PP en el Senado-, el jefe del Ejecutivo, tras pedir a don Pío que “tengan pudor”, ha desempolvado la ilegalidad internacional de Aznar al enviar tropas a Irak. Por su parte, la responsable del desaguisado, Carme Chacón, tranquiliza a la opinión pública: “si ha habido un equívoco, ya se ha aclarado” e insiste en reprochar a la oposición formal que sólo le interese desgastar al Gobierno, “a costa de lo que sea”.   En los ámbitos militares no creen que el prestigio internacional de España y su influencia en el exterior sufran merma alguna, puesto que antes de este despropósito, ya estaban convencidos en los despachos de Washington y de la OTAN de la dudosa fiabilidad o la falta de seriedad hispánicas.   hechos significativos Frente a la fenomenal abstención que se presume, el Parlamento Europeo ha orquestado una campaña preventiva para las elecciones del 7 de junio, con eslóganes tan originales como este: “Si no votas, no te quejes”.   El presidente de la CECA denuncia que el intervencionismo de Esperanza Aguirre en Caja Madrid es el más descarado que recuerda en sus 26 años de trabajo en el sector.

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