“Quién llegue a príncipe con el favor del pueblo debe mantenerlo, cosa fácil puesto que el pueblo sólo pide no ser oprimido. Pero uno que contra la voluntad popular llegue a príncipe con el apoyo de los grandes, deberá, ante todo, intentar ganarse al pueblo, lo que será fácil si se convierte en su protector. Y puesto que los hombres, cuando reciben el bien de quién esperaban mal, se sienten más obligados a su benefactor, recibirá enseguida del pueblo más afecto que si hubiera llegado al principado con su apoyo”.
– Martín-Miguel: “Este fragmento del Príncipe muestra la idea del poder que tiene Maquiavelo como fuente de opresión y castigo: a los súbditos les basta con que el príncipe no les haga daño; pues para Maquiavelo la Libertad es la libertad de la República, no la de los ciudadanos”.
– J.L Escobar: “El pasaje inspira la imagen de un dirigente conductor que sea bueno con el pueblo y, al mismo tiempo, reciba de éste afecto y seguimiento. Es la imagen de un Duce, de un Fürher, de un Caudillo”
– Trevijano: “Sí. Duce significa educar. Educar es conducir el comportamiento del animal al ciudadano. El niño nace sin la menor educación ni instrucción; y antes de ser instruido tiene que ser educado para introducirlo en las normas de sociedad. La educación le corresponde a la familia y no al Estado. En cambio la instrucción es una enseñanza de conocimientos que, aunque puedan ser útiles para la sociedad, no están guiados para el comportamiento social sino para la ciencia,para la sabiduría, para el progreso de la humanidad. Esa es la diferencia entre las metas de instruir y las de educar”.
“El Estado debe ser muy cuidadoso de no invadir esferas que no le corresponden, que son propias de las sociedad civil, por eso es una temeridad que los partidos políticos sean estatales, como en las dictaduras totalitarias, pues dejan a la sociedad civil sin instrumentos para la educación social. Los partidos se convierten en salvajes instalados en el Estado, para inspirar más temor, como dijo Maquiavelo, a sus ciudadanos. La reflexión constante del poder en Maquiavelo se entiende con un ejemplo que pone en la Historia de Florencia: el general mercenario de Venecia, Colleoni, cuando estaba muriendo, le dijo a sus súbditos: ¡nunca entreguéis el poder a un militar como habéis hecho conmigo, no sabéis el daño que os podía haber hecho!”
“Sin embargo, no es cierto que Maquiavelo inventase el maquiavelismo porque aunque es verdad que se puede deducir de toda su obra que el fin justifica los medios, su reflexión no terminó ahí. Para él, el fin justifica los medios si se llega al triunfo. Si no es un fracaso. No sólo un fracaso político sino también un fracaso moral. En Maquiavelo es el éxito el que da moralidad a las acciones”.
07.03. 2012
