Cristóbal Montoro sabe que lo único relevante de los Presupuestos es que se aprueben, lo demás da exactamente igual. Para eso está la deuda
Con seis meses de retraso —dado que la Comisión, siempre al servicio una Alemania beneficiaria del euro, ignora el Pacto de Estabilidad y mira hacia otro lado ante los incumplimientos sistemáticos de compromisos y déficit, que suple luego con ríos de deuda—, Rajoy ha presentado los PGE-2017. Nuevas cuentas de ficción donde nada se cumplirá y no pasará nada, excepto que el pueblo español estará cada día más endeudado y más empobrecido, con un reparto de la renta y la riqueza que clama al cielo. Desde 2007, la deuda se ha multiplicado más de tres veces —cada familia media debe ya 133.000 euros—, los salarios han caído un 20%, la riqueza de las familias un 40%, un tercio de la clase media ha sido destruida, el empleo creado es temporal y los salarios, tan miserables que como dice la propia Bruselas: “El empleo en España ya no garantiza el salir de la pobreza”.
Pero lo más grave del asunto es que los medios, salvo honrosas excepciones, son colaboradores principales del desastre político, económico y social al que nos ha llevado el régimen del 78, el más corrupto, nepotista y despilfarrador de nuestra historia. Se limitan a comentar las cifras del Gobierno como si de un ejercicio serio de previsión se tratara, en lugar de explicar a los españoles lo que sucede en realidad: prometen todo, no cumplen nada y nos endeudamos en 592.082 millones en cinco años —la cifra más alta en términos de PIB de nuestra larga historia—. Eso significa la ruina de la próximas generaciones de españoles durante no menos de 50 años. Hay una correlación clara y demostrable entre decisiones de endeudamiento y golfadas políticas como el FLA o los rescates, y sumando todo —deuda, avales, intereses, etc.—, 50 años resultan una visión muy optimista.
La nula credibilidad de los Presupuestos
Por ello, antes de opinar sobre los PGE-2017, es imprescindible recordar lo ocurrido con Presupuestos anteriores elaborados por las mismas personas.
PGE-2012
Fueron los primeros elaborados por el Gobierno de Rajoy. En ellos se preveía una caída del PIB del -1,7%, un déficit público del 4,4% y una reducción del gasto de 17.000 millones de euros. Lo que ocurrió en realidad fue una caída del PIB un 70% mayor, que además falsearon ‘as usual’ hasta 2016, cuando el INE publicó la cifra definitiva. El déficit público fue más del doble, del 10,5%, superando al desastre Zapatero, y no hubo reducción de gasto, si no un incremento de 13.000 millones.
Y lo compromisos no es que se incumplieran, es fueron exactamente lo contrario. Prometen una Ley Orgánica de Estabilidad Presupuestaria, prometieron que “se obligará a todas las AAPP a alcanzar el equilibrio estructural“, prometieron “racionalizar el sector público para evitar duplicidades”, y en el colmo del engaño y la miseria moral, prometieron “crear empleo estable y de calidad”.
Cero estabilidad presupuestaria, a las AAPP se les abre un crédito ilimitado a interés cero para que puedan seguir despilfarrando —donde Cataluña se lleva la parte del león para que financien cómodamente la sedición, un delito de alta traición por el que Rajoy y su Gobierno deberán ser juzgados algún día—. Y es que el PP se ha convertido hoy en un partido de traidores, traidores a España y traidores a sus votantes: hacen todo lo contrario de aquello por lo que han sido votados. Se mantiene íntegro todo el despilfarro público, y el grueso del empleo creado sería temporal y a tiempo parcial con un sueldo medio de 600 euros.
PGE-2013
Más de lo mismo. Las previsiones del déficit público fueron -4,5% para 2013, -2,8% para 2014 y -1,9% para 2015. La realidad sería: 7,01% (+56%) —el déficit número 166 de un total de 188 países ordenados de menor a mayor—; 5,7% en 2014, el segundo más alto de la UE (+103%); 4,5% en 2015 (+137%). Y lo más inaudito, haciendo gala de seriedad y cumplimiento de los objetivos.
PGE-2014
Los objetivos de déficit público: -5,8% 2014; -4,2% en 2015 y -2,8% en 2016. La realidad: un déficit del 6% en 2014 (sin corregir aún por el INE), el tercer déficit más alto de la eurozona, 5,13% en 2015 y 4,7% en 2016. “La Seguridad Social reducirá su déficit progresivamente hasta el 0,5% del PIB en 2016”. El déficit de la Seguridad Social ha sido del 1,8% del PIB o el 320% superior. Ingresos tributarios previstos, 178.632 millones o +2,3%; realidad: 173.795 o -0,5%.
Y esto no se lo pierdan: se crea la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal, AIReF, para “velar por el cumplimiento de los objetivos de estabilidad presupuestaria, deuda pública y regla de gasto y para dotar de más transparencia a las políticas fiscales de las distintas AAPP”; una mendacidad sencillamente inaudita. En la AIReF no les importa nada excepto sus poltronas, les trae sin cuidado la verdad, y menos que nada la miseria y la falta de esperanza de millones de personas, a lo que tan activamente están contribuyendo ocultando cómo el Régimen del 78 está arruinando a las próximas generaciones de españoles.
PGE-2015
Objetivos de déficit público: -4,2% 2015; -2,8% 2016; -1,1% 2017. Realidad: -5,1% en 2015, un punto más de lo previsto y sin que la cifra sea definitiva. Dentro de dos años, el INE nos dirá que fue del 6% o más, 4,7% en 2016, y 1,1% en 2017. Previsión ingresos tributarios: 186.112 millones; realidad: 182.256 millones.
PGE-2016
Objetivo de déficit público: -2,8% en 2016 (a ver si los ‘juntaletras’ que cuentan que la previsión de déficit era del 3,6% se leen el Libro Amarillo y se enteran de una vez), -1,4% en 2017 y 0,3% en 2018. Previsión de ingresos tributarios: 193.520 o +6,2%.
Y ahora vamos con la realidad. Ingresos tributarios, 186. 249 millones o un +2,3%, casi la tercera parte. Déficit del 4,3%, cifra groseramente falsa. Si tomamos las cifras publicadas por el BdE, la deuda total de las AAPP, según las cuentas financieras de la economía española, se ha incrementado en 44.000 millones en 2016 y la Seguridad Social ha necesitado 19.200 millones del Fondo de Reserva para cubrir su déficit. En conjunto, 63.200 millones de euros o el 5,7% del PIB oficial, es decir, ha incumplido por más de un punto un año más.
“El objetivo de déficit no existe”
La frase anterior, pronunciada el jueves por Montoro, resume lo que ya sabemos: que las cifras y las promesas presupuestarias del PP no valen ni el papel en que están escritas. Por ello, lo más relevante de estos Presupuestos —porque eso es lo único que sí se cumple, el incremento brutal del despilfarro político— es que hacen fijos a 250.000 enchufados que metieron los sindicatos entre sus familiares y amigos, fundamentalmente en Sanidad y Educación, para cubrir el escandaloso absentismo —cuatro veces mayor que en Europa—, más 40.000 que va a colar Susana Díaz por la puerta de atrás y otros 67.000 más (donde solo policía, guardia civil y poco más son necesarios).
Un gasto adicional de 11.000 millones de euros anuales —porque el absentismo seguirá igual y contratarán a nuevos enchufados eventuales— que se añade al despilfarro de más de 100.000 millones que representa el Estado autonómico. España es el segundo país de Europa que más paga a los empleados públicos después de Luxemburgo, un 44,3% más de media que los trabajadores del sector privado, que son quienes pagan toda la fiesta, siendo, a la vez, el país con mayor desigualdad social de Europa. Luego, el cobarde de Rajoy, en lugar de aplicar el art. 155 y procesar a los sediciosos, da 4.000 millones para infraestructuras a Cataluña, única región de España que tiene todas sus capitales conectadas por AVE.
Y sin sonrojarse, ponen el techo de gasto en 118.337 millones, 5.000 millones menos que en 2016. ¿A quién le van a quitar lo que cuestan los nuevos enchufados y los sediciosos? ¿A los pensionistas, a los parados, a los dependientes? Y luego hablan de un fuerte aumento de la recaudación con toda su cara: 200.963 millones, un 7,9%, menos de crecimiento que en 2016, donde la recaudación aumentó solo un 2,3%. Dicen que por la inflación se recaudará más de IVA y de IRPF (ocultando que bajarán las pensiones en 1.500 millones), pero el 1,5% de ambos son 2.000 millones, y ¿hasta los 14.000 necesarios? Dice Montoro que el hecho de que los ingresos tributarios son hoy mayores “es la garantía de que el déficit se cumplirá”. En marzo de 2016, la Agencia Tributaria decía que “los ingresos tributarios fueron de un 5,6% más”, ¿y qué pasó a fin de año? Que subieron solo un 2,3%.
Pero todos estos camelos no importan nada, pues como sabe muy bien Cristóbal, el ministro más listo del Gobierno, lo único relevante de los Presupuestos es que se aprueben, lo demás da exactamente igual. Para eso está la deuda; solo en enero la han incrementado en 7.800 millones. ¡Si será por dinero! Y como ya tienen los tontos útiles para sacarlos adelante, y además entusiasmados, y a los vendidos de la AIReF para certificar la mentira, el que las cifras no cuadren, ¿a quién le importa?
“Este es un mensaje a Europa en el que decimos que España es un país que cumple, en que el Gobierno tiene un socio que puede discrepar en unos temas pero con el que puede estar de acuerdo en lo importante”, afirmó Rivera tras hacer públicas las cifras del acuerdo. Ante tamaño despliegue de estupidez y de ignorancia, uno no sabe bien si Rivera es tonto o un listo que, desde que la cúpula de C´s se ha subido al coche oficial con chófer y accedido a todas las prebendas del poder —una corrupción institucional escandalosa, inexistente en toda Europa, y en un país donde el 34% de los niños vive en riesgo de pobreza y 3,1 millones de parados, el 72%, carecen de cobertura alguna—, parece estar dispuesto a comulgar con ruedas de molino.
De “una gran decepción apoyar unos Presupuestos que incrementan en forma disparatada el despilfarro político y que en absoluto se corresponde con el mandato que nos dieron nuestros votantes. Montoro y Rajoy mienten masivamente y todos en C´s lo sabemos”, calificaría Juan Carlos Bermejo, líder de la oposición a Rivera en la formación naranja. “Todo ello [el incremento disparatado del despilfarro político] perjudica a los más débiles, como son los dependientes, los pensionistas, los estudiantes y los parados, aumentando el grado de desigualdad en la sociedad para convertirnos en una de las más injustas de toda la OCDE”.
“Los 32 diputados de C´s están para impedir que la situación siga empeorando, sin embargo, no hemos hecho valer nuestro programa electoral. Los ahorros que podíamos haber conseguido reduciendo el gasto superfluo y la industria política servirían para obtener más recursos para gasto social y dejar de endeudar al país. Hemos perdido una oportunidad histórica”. Pero quienes no han perdido su coche con chófer ni sus escandalosas prebendas son los mandos de C´s, que es lo que importa. Y en cuanto al apoyo del PNV, pidiendo reducir a la mitad su ridículo cupo cuando pagan 10.000 millones anuales menos de lo que pagarían en el régimen común, obtener la política penitenciaria para liberar a los asesinos de ETA… es simplemente un acto más de traición de Rajoy y del PP a España y a su votantes.