Sobre Italia pende la duda de unas elecciones en las que vuelva Berlusconi pero, en esta época de malas noticias, ¿qué papel puede desempeñar un dirigente especializado en organizar fiestas? Cuando se están recogiendo los platos rotos del desbarajuste presupuestario y de crédito en la Unión Europea, llega Silvio para decirnos que siga la fiesta. No, llega para escabullirse de la justicia. ¿A quién le conviene entonces en Europa que vuelva Il Cavaliere? Evidentemente, a Silvio Berlusconi.