El Congreso del PP vasco, presidido por Mariano Rajoy, ratificó la jefatura de Antonio Basagoiti, pero no hizo un análisis original y profundo sobre la situación donde ha de encuadrarse la politica vasca, dado el nuevo hecho político que cambiará de modo sustancial el pensamiento y la imaginación de todos los partidos vascos, ante la situación creada con la no presencia de ETA en el escenario político, a causa de su derrota policial. El hecho de mayor trascendencia politica ocurrido en las cuatro últimas décadas ha sido la desaparición de ETA.
Radio Libertad Constituyente abordó esta cuestión en el análisis que hizo Trevijano. Repitiendo la idea expuesta hace tiempo en numerosos artículos de prensa el conocido analista pronosticó con argumentos ad hoc que el principal beneficiario de la desaparición del terrorismo etarra será el nacionalismo vasco moderado.
Trevijano señaló que muchos votantes nacionalistas moderados reprimían hasta ahora la expresión de sus verdaderos sentimientos en las urnas, su actitud electoral, por temor a darle alas a ETA y por miedo a ser víctimas también de la represión del Gobierno central, algo que a partir de ahora no se producirá. Sería un error pensar que el nacionalismo radical avanzará con la desaparición de ETA. Más bien sucederá lo contrario. Como ya comienza a manifestar en Cataluña. El jefe de UDC, Duran i Lleida, se ha enfrentado claramente a las posiciones independentistas de Artur Mas, jefe político de Convergencia. Y la ruptura del pacto de gobierno del PSOE con el PP en el País Vasco es otra prueba de que ha comenzado a diluirse el temor al independentismo de los nacionalistas radicales.
