Tanto esfuerzo para justificar la independencia del Tribunal Constitucional, pendiente que estaba la sentencia sobre el estatuto catalán, para ahora, una vez vueltas las aguas a su cauce, escenificar sin recato el alegre y desvergonzado intercambio de los cromos de la inseparación del órgano último de control político sobre la Justicia. Caamaño y Trillo han cerrado finalmente el acuerdo que desbloquea la renovación del órgano. Con cerca de tres años de retraso desde que expirara el mandato de los cuatro Magistrados elegidos por el Senado, el actual Ministro de Justicia y el Portavoz del ramo de la oposición han desatascado las negociaciones. El acuerdo supone que el PP mantenga al inicialmente propuesto Enrique López como candidato a Magistrado por el cupo del Congreso y que introduzca un cuarto nombre por el Senado. Es de recordar que sin el acuerdo entre socialistas y populares, no cabe renovar el TC ya que sólo entre ambos grupos parlamentarios suman la mayoría de tres quintos exigida. Fiel a tan peculiar “sentido de estado” el PP registró el pasado 29 de Septiembre la candidatura del Catedrático de Derecho del Trabajo D. Francisco Pérez de los Cobos para Magistrado del TC dentro del cupo de cuatro que debe renovar la Cámara Alta. El Senado renovará así tres de los veintiuno que enviaron los parlamentos autonómicos, y el cuarto, mediante este segundo proceso que se abre ahora, ya sin participación regional. El actual TC. (Fuente: Red Liberal) De este órgano parlamentario saldrán ahora cuatro nuevos delegados políticos para el TC; El referido Sr. Pérez de los Cobos (PP), D. Francisco José Hernando (PP), Luis Ignacio Ortega (PSOE) y Dña. Adela Asúa (PSOE). El último paso es que sean refrendados por el Pleno del Senado por la mayoría de tres quintas partes, para lo que bastaría la aprobación de quienes los propusieron.