En el cadáver de la Caja de Castilla la Mancha se pueden ver todos y cada uno de los motivos que están causando la debacle de muchas Cajas de Ahorro (composición de los órganos de gestión, financiación de proyectos megalómanos, etc.). Esta institución proviene de la fusión de varias Cajas de Ahorro manchegas (Cajas Provinciales de Albacete, de Cuenca y Ciudad Real y de Toledo). A dicho proyecto no se adhirió la Caja de Guadalajara, que se ha salvado (de momento) de la quema. Su Asamblea General está compuesta por 150 miembros: 33 de los Ayuntamientos, 12 de las Diputaciones Provinciales, 29 de las Cortes de Castilla la Mancha, 13 de los empleados, 45 de los impositores y 18 de instituciones no públicas.   Como se puede observar la mitad son “comisarios políticos” de instituciones publicas que en su origen son elegidas por Listas de partido; los que proceden del personal se eligen a través de Listas cerradas y se asignan proporcionalmente. Aquellos que provienen de los impositores son asignados por provincias y para su elección atraviesan un filtro de azar: se escoge por sorteo a diez compromisarios por cada puesto a cubrir y para su elección se utilizan las Listas cerradas. Y los representantes de instituciones no públicas pasan por el filtro del Consejo Económico y Social de Castilla la Mancha (10) o por el de las Cortes de Castilla la Mancha (8). Es decir, la proporcionalidad llevada al paroxismo bajo los moldes de la partitocracia y de la cooptación. El Consejo de Administración es fiel reflejo de este panorama: de los 15 miembros que lo integran, 12 tienen vínculos directos con los partidos políticos. Hasta “The Economist” se hace eco de la “politizada estructura de gobierno” de estas instituciones financieras españolas. Y así se puede continuar hasta 45 Cajas.   La poca luz que va entrando en CCM nos está mostrando la megalomanía de la cohorte de directivos que embarcaron a esta institución en proyectos sacados de películas de ciencia ficción, como han sido “Don Quijote Airport” y la urbanización de lujo “El Reino de Don Quijote” situada en sus cercanías, que seis años después se han convertido en aeródromo de escasa relevancia y en secarral. No se quedaron cortos en la elaboración de nueve megaproyectos urbanísticos, imitando al ”Pocero de Seseña”, en Puertollano, Illescas y varios lugares fuera de la región (Antequera, Sanlucar de Barrameda….). Esta Caja figura en último lugar del ranking de solvencia (relación entre el patrimonio neto y los activos) con un ratio de 3,27, es decir su patrimonio neto solo cubre el 3,27% de sus activos. Estas decisiones las vamos a pagar todos los contribuyentes. El panorama es desolador: Cajasur (3,98), Caja de Segovia (4,15), Caja de Cataluña (4,34), Caja de Madrid (5,54), etc. Como dice el semanario británico mencionado los tóxicos en España están fuera de los bancos cotizados y no se basan en productos financieros esotéricos sino en productos financieros tradicionales.

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