Los partidos catalanes han recibido con bastante estupor las noticias que relacionan a las familias Pujol y Mas como evasores de capital e inversores en el extranjero de cantidades millonarias, pero lejos de aplaudir la eficacia de la investigación fiscal y policial, o apelar a una mayor independencia y curiosidad judicial, han optado por plegar velas y moverse entre la ambiguedad, la justificación o la pereza.
Curiosamente, la mayor ambigüedad ha partido de quien no cabía esperar apoyo firme y sin fisuras pues han sido los socios democristianos de Artur Mas los que han reclamado “una investigación a fondo” sobre el informe que desvela la evasión fiscal de Artur Mas y Pujol. Las palabras de Xavier Trías y de Duran Lleida no se refieren lógicamente al contenido del informe ni a sus protagonistas, sino a sus redactores, pero en este ambiente tan caldeado pronunciar la palabra “investigación” puede tener efectos letales, y de ahí el doble juego político que otorga esta palabra. No es ningún secreto que los democristianos de UDC y los convergentes de CDC no son precisamente un matrimonio bien avenido, pues cada vez que han surgido casos de corrupción en Unió o Convergencia se ha producido de todo menos solidaridad de familia.
Esa sutileza es la que ha llevado a Durán i Lleida a que, dentro del lógico ambiente de incensiario y cierre de filas, declare: “Hemos de combatir con ilusión porque ellos no tienen otro argumento que el juego sucio”, ha proclamado el líder democristiano, que ha reclamado, además, una “investigación a fondo” sobre “los motivos y la autoría del informe” según el cual Jordi Pujol y Artur Mas serían titulares de cuentas opacas en paraísos fiscales.
Por su parte, el candidato de ICV-EUiA a la Generalitat, Joan Herrera, ha criticado que CDC “ensucie” la ‘senyera’ (bandera catalana) ante los casos de presunta corrupción que le afectan, y ha dicho que la negativa del presidente catalán, Artur Mas, a comparecer en el Parlament resta “credibilidad”. Ni una palabra sobre la eficacia policial o el escaso celo del juez, ni tampoco sobre la pericia periodística o sus riesgos. Parecía que la filial catalana de Izquierda Unida prefería estar de parte del poderoso.
“El problema de Artur Mas es que nunca se ha explicado ante el caso Palau”, ha recordado Herrera, que había solicitado su grupo en reiteradas ocasiones: “si se hubiesen dado explicaciones antes, hoy tendrían más credibilidad. La credibilidad la han perdido cuando no han comparecido, no han dado explicaciones y se han escondido”, ha agregado. La tesis es parecida a la del PSC-PSOE: si Artur Mas y Jordi Pujol se explican, serán creídos. Y para ello basta una demanda al periódico (aunque luego se archive por su veracidad) o que digan que existe un empresario homónimo que le hace cargar las culpas de sus inversiones en América al fundador de CiU.
Según Herrera, si el candidato de CiU hubiese aclarado los presuntos casos de corrupción que afectan a su partido como el caso Palau o la trama de las ITV, “no habría tantas sombras de duda” ahora, y ha criticado que CDC “ensucie” la “senyera” por lo presuntos casos de corrupción que afectan a su formación.
El candidato de ICV-EUiA, por otro lado, ha tildado de “indigno” que la candidata del PPC a la Generalitat, Alicia Sánchez-Camacho, y la número 2 del PP, María Dolores de Cospedal, hablen de corrupción cuando su partido también se ha visto salpicado por algunos casos. Herrera ha reclamado una ley de transparencia y un registro de ‘lobbys’ para que la política tenga “paredes de vidrio”, así como recuperar las dos comisiones parlamentarias de investigación paralizadas ante el adelanto electoral: la de salud y la de las entidades financieras. Ni una palabra sobre la evasión fiscal.
El candidato de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), Oriol Junqueras, le echó también una mano a Pujol y Artur Mas al denunciar “la guerra sucia del Estado” pues cree que la principal víctima “de esta guerra sucia ha sido tradicionalmente, Esquerra”. Si el vuelo de un avión militar era una invasión, era lógica que una investigación fiscal fuera “guerra sucia”. Y por eso pasó de puntillas sobre las acusaciones que se le hacen a Mas y Pujol con una sorprendente afirmación: “No tengo dinero en Liechtenstein ni en Suiza y no necesito saber si alguien tiene una”.
Esquerra se ha caracterizado en esta campaña por rehuir la confrontación con CiU. De hecho, existe un pacto tácito entre ambas formaciones para no pelearse entre ellas y focalizar al enemigo en los que no quieren la independencia. De ahí la tibieza de ERC ante cualquier situación que afecte a CiU o a sus dirigentes. “Lo que han publicado ahora es lo mismo que publicaron de Carod-Rovira en el año 2004”, explicaron fuentes de ERC. “En aquel momento, se dio pábulo a burdas falsificaciones de documentos, que afectaban a Josep Lluís Carod-Rovira, que simulaban papeles bancarios y que eran detectables a simple vista, aunque por cuestiones políticas algunos medios prefirieron darles credibilidad”, dijeron estos medios.
El exlíder de ERC publicó ayer en su cuenta de Twitter varios mensajes. ”Linchamiento, mentiras, cuentas corrientes en Suiza y soledad personal. Sé de qué va. Salió por todos los lados. El desmentido judicial posterior, casi por ninguna parte”, decía el primero. Casi una hora más tarde añadía, con un trasfondo de reproche al silencio que entonces mantuvo Artur Mas respecto a su caso: “Gracias a todos los que creísteis en mí y no en la denuncia anónima difundida por la prensa franquista. Entonces hubo silencios clamorosos”.