Todos los ideólogos del reino coinciden en mantener el adoctrinamiento de sus electores para la próxima "legislatura" y las venideras consultas al "pueblo". Han descubierto que la fuerza definitoria del "signo del voto" no es otra que la de "introducir la doctrina de los nuestros" en la mente de los votantes. Los distingos metafísicos sobre una supuesta reforma de la ley d' Hodnt y la necesidad de una mejor aplicación del sistema electoral proporcional, revelan la ilegitimidad de los partidos subvencionados por el Estado. La historia política y las ideas democráticas nada concitan en sus razonamientos aparentes. Los intelectuales del régimen descartan que los mítines, debates y el marketing incidan significativamente en "ganar unas elecciones". Por lo que toda la "máquina electoral" del partido, se concentrará durante los próximos cuatro años en adoctrinar a los suyos para no perder "creyentes" y predicar a los "infieles" con toda clase de promesas celestiales y temores infernales. Lenin y Stalin Sabedores de la omnipresente figura del "consumidor satisfecho" y de la vigente inoperatividad l de dicotomías como las de izquierda/derecha, pobre/rico, y religioso/irreligioso se aferran a la necesidad de la ilusión: la de que representan y cuentan con el respaldo de diez millones de "ciudadanos". ¿También cuándo pactan temas -estatutarios o bélicos- que no constan en su programa electoral? El ideólogo metafísico, sin embargo, desconoce que en la democracia realmente existente en otros países, y potencialmente en el nuestro, se desenmascara el adoctrinamiento y la "agitación y propaganda" leninista de los partidos no se reputa eficaz. Podemos volver a describir las ideas que nos van constituyendo a lo largo de la historia; y esta vez, comprender y explicar lo que nos sucedió en el franquismo y su transición para llegar al actual régimen político con unidad de poder y división de funciones, donde el Estado ha subsumido formal y materialmente a los partidos de la sociedad, y en el que el adoctrinamiento ha devenido quintaesencia del "debate”.