(the idealist)   Acción continua y acción crucial     La “Teoría Pura de la República” (Ed. El buey Mudo) de Antonio García-Trevijano, desarrolla el concepto de acción crucial como coordenada temporal a reconocer sobre la que desarrollar una acción determinante para la apertura de un proceso de libertad constituyente. Su lugar en el tiempo viene determinado por el cruce de la curva de decadencia del poder partidocrático con la curva de la potencia respublicana. Siendo ambos factores inversamente proporcionales, la constante de proporcionalidad debe estar determinada por la acción del MCRC y demás elementos desintegradores de la uniformidad partidista de la sociedad de gobernados. Siendo esta constante heterogénea, su unidad es contraproducente para la pluralidad política, pero que su antagonismo partidocrático no se vea atraído magnéticamente hacia la trayectoria estatal en el cruce de caminos, como la luz se desvía al acercarse a un cuerpo masivo, depende de la acción de grupos civiles sin fines anclados en el Estado. Tal es el caso del MCRC.   La acción crucial no requiere una previsión de medios, ya que “se produce el efecto contrario al de la heterogonía. El fin superior atrae a los medios”.  Entendiendo  aquí heterogonía como el proceso que transforma los medios aplicados para un fin en fines de sí mismos; algo en lo que el MCRC no ha caído estableciendo desde un inicio la cláusula de no convertirse en un partido político y de disolverse en cuanto se consiga la RC. Ahora bien, la necesidad de ser punto de referencia para la atracción de medios en el momento crucial conlleva que la acción del MCRC sea continua en el tiempo y la necesidad de tomar la iniciativa para que el rayo civil no se tuerza frente al agujero negro estatal requiere autonomía y capacidad de maniobra. No serán pocos los que se aprovechen de la autoridad moral de la República Constitucional para coger el vagón de subida al poder y abandonarlo por un puesto entre las hénadas partidocráticas. En este trasvase del chorro civil a la ciénaga estatal, el MCRC debe ser como la cuña que mantiene a l eje dentro de la rueda si quiere evitar que la libertad descarrile.   Sin embargo, el miedo a la heterogonía no debe paralizar la conversión eficaz de la potencia del MCRC en acción continua de libertad. Siempre que la acción respete la espontaneidad unitaria de la respública y se encuadre bajo los principios y valores del MCRC, la lealtad a la materia-forma impedirá cualquier oportunismo monarquizante.

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