Estimado lector:
‘Cartas persas’ se publica en la revista del MCRC Diario de la República Constitucional, fundada por Antonio García-Trevijano, arquitecto de la teoría pura de la democracia. Inspirada en Montesquieu ―cuya separación de poderes Trevijano llamó «alma de la libertad»―, esta columna presenta a un sheij iraní que observa Occidente con ironía coránica y rigor constitucional. Sus cartas, herederas del espíritu crítico de ambos pensadores, desvelan las falsas democracias donde el poder se disfraza de ley. Al final se incluye un glosario de términos.

Cuando los cañones usurpan el lugar del pan

Estimado hermano en Isfahán, donde los cipreses aún susurran secretos de imperios caídos:

En mi primer paseo por Bruselas, bajo un cielo plomizo que parece llorar plomo fundido, descubrí a un hombre dormitando junto a la estatua ecuestre de un mariscal cuyo nombre el tiempo borró. Su cartel, escrito en un francés titubeante como moneda falsa, rezaba: «Prefiero morir de hambre que de bombas». Recordé entonces a Ibn Khaldun, aquel tunecino que desentrañó el ritmo cardiaco de los imperios: «Un reino perece cuando sus espadas engordan y sus hijos enflaquecen». Occidente, ese anciano vestido con harapos de seda y medallas de hojalata, parece empeñado en convertir la advertencia del maestro en epitafio.

La Unión Europea, otrora faro de la concordia, hoy arrastra sus cadenas cual muecina sumisa tras los tambores de Washington. Von der Leyen, vestal de este culto belicista, anuncia «billones para la defensa» mientras los ancianos se cobijan con periódicos en estaciones de tren. ¿No es esto el Estado de partidos que denunció vuestro Antonio García-Trevijano? Aquella farsa donde una oligarquía disfraza su poder tras votos sin libertad, y donde el poder constituyente —ese mito escrito por generales tras la Segunda Guerra Mundial— hoy reside en los cuarteles, no en los parlamentos.

La OTAN, vampiro con sede en Bruselas, chupa el presupuesto de hospitales y escuelas. Ucrania, sacrificada en el altar de la arrogancia, es el último eslabón de una cadena forjada con mentiras. Dicen defender la democracia, pero ¿qué democracia florece entre escombros? Montesquieu, aquel francés que Trevijano llamó «arquitecto del alma libre», advirtió que sin separación de poderes, la ley no es más que tinta sobre cadáveres. Y sin embargo, aquí un mismo puño firma cheques para misiles y recorta subsidios de calefacción.

En vuestros salones de mármol, los burócratas repiten como loros: «El 2% del PIB para la defensa». ¿Defensa de qué? ¿De los fantasmas que proyectan en sus pantallas? Jan Oberg, sabio nórdico, relata cómo Suecia teme ahora invasiones rusas imaginarias, como si Putin fuese un pirata del Báltico y no un burócrata de traje gris. Mientras, en Detroit, las madres eligen entre comprar insulina o pagar la luz. ¿No es esto la kakistocracia en su apogeo? Gobiernan los peores, y los llaman «líderes del mundo libre».

Wa la tuti’u amra l-musrifīn (Corán, 26:151) alladhīna yufsidūna fī l-arḍi wa lā yuṣliḥūn (Corán, 26:152).
«No obedezcáis a los derrochadores, aquellos que siembran corrupción en la tierra y no la reforman»—. Trevijano, desde su exilio de lucidez, clamó lo mismo: sin separación real de poderes, solo queda el teatro de sombras. Y Occidente, ebrio de su propio poder, es un borracho que cree bailar mientras cae al abismo.

En Isfahán, los niños aún aprenden que los imperios mueren cuando sus bibliotecas arden y sus espadas florecen. Vosotros, en cambio, habéis convertido las universidades en cuarteles. ¿Qué quedará cuando el último pan se convierta en pólvora?

Wa as-salamu alaikum.


Glosario:

  • Estado de partidos: Término de Antonio García-Trevijano para sistemas donde los partidos controlan el poder sin representación real.
  • Kakistocracia: Gobierno de los peores (del griego kakistos).
  • Poder constituyente: Concepto criticado por Trevijano como mito en democracias no representativas.

— El Sheij que escribe desde el vientre de la bestia.

Nota del autor:
Esta carta inaugura una serie que, como las de Montesquieu, desnuda las contradicciones del poder. El Sheij, testigo irónico, invita a reflexionar: ¿cuánto dura un imperio que olvida alimentar a su pueblo?

4 COMENTARIOS

  1. Vaya sorpresa grata este artículo que hubiera leído en el Mundo o en el otrora País de no seguir los dictados de la oligarquía… Como destapar un tarro de las esencias ha sido leerlo… Que siga el buen alfaquí trayéndonos sus nuevas… Me quedo con esta frase: “la ley no es más que tinta sobre cadáveres”… Gracias…

  2. Europa es un cadáver o un zombi ,no se qué es peor. Casi mejor un cadáver para que resucite cual ave fénix. Me encanta “…donde los cipreses aún susurran secretos de imperios caídos”

  3. Después del elogio… Resalto esta otra frase… “como si Putin fuese un pirata del Báltico y no un burócrata de traje gris”. Putin es un KGB, su divisa es la eliminación del contrario sea con polonio, gulag u “operación militar especial”. No es un burócrata gris de la oligarquía de partidos europea… Es un gánster, un sátrapa persa, un zar sangriento… Entiendo la buena voluntad que mueve el no querer armarse… Pero lamentablemente podemos estar haciendo el juego al pirata de todas las Rusias…

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