Las elecciones andaluzas han producido un vuelco electoral inusitado, que ha vuelto a dejar en evidencia al CIS de Tezanos, y que ha postergado, lamentablemente, a un segundo plano el aumento de la abstención, en este caso de un 58 a un 62%. La pérdida de 14 escaños por parte del PSOE, que puede ver un punto final a su largo periodo de cacicato sobre los sufridos andaluces, unido al descalabro de Adelante Andalucía, lábil filial de PODEMOS-IU, similar al del PP por increíble que parezca, y la subida espectacular del coco VOX con 12 escaños son posibles balizas para el próximo mapa electoral de la partidocracia.
Han sido numerosos los llamamientos durante la campaña contra la abstención tanto por parte de fuerzas políticas y medios de (presunta) izquierda como de derecha, condenándola como causa de la victoria de la opción contraria, lo que demuestra la falacia del argumento.
Parece, ahora bien, que la abstención pasiva (pues la activa ha sido protagonizada por los miembros del MCRC que han acudido a su colegio electoral a romper su voto, como se ha informado exclusivamente en este medio) ha sido representada principalmente por votantes del PSOE y de AA, pues lo cierto es que el voto de partidos de izquierda minoritarios ha aumentado en unos 60.000, lo que pone, a su vez, en evidencia el fracaso del mensaje socialdemócrata en sus variantes de feminismo corporativo (se recuerda el mensaje de la descalabrada Teresa Rodríguez afirmando que el feminismo sería la barrera contra la extrema derecha) y de corrección política, esgrimido por partidos del régimen que unen a su soberbio espíritu de casta el desprecio a las verdaderas necesidades de los súbditos de la Monarquía de partidos.
En los últimos días tenemos las inevitables noticias de las maniobras de búsqueda de consenso entre las fuerzas ganadoras (PP-Cs-VOX), para el reparto del poder, dejando la eliminación de la enraizada corrupción socialista al albur de la conveniencia electoral para las próximas municipales. Nihil novum sub sole para el iluso votante en el Estado de partidos.