Durante los años de la Transición determinados factores externos condicionarían el desarrollo político. El suceso más importante fue la Revolución de los Claveles en Portugal que se había producido en abril de 1974. Lo que realmente influyó en la política española fue el aumento de la importancia que el partido comunista portugués fue adquiriendo en el gobierno del país vecino más que la revolución en sí. El embajador estadounidense en Madrid, Horacio Rivero, dice en este cable  apenas producida la revolución: “el gobierno español no ha hecho ninguna declaración oficial respecto a los sucesos en Portugal pero un oficial de alto rango de la MFA dijo al DCM (Ministro Consejero de la Embajada) el 29 de abril que el gobierno español informó al gobierno portugués del reconocimiento del gobierno de la Junta” (1).

Álvaro Cunhal
Álvaro Cunhal

El jefe del partido comunista portugués, Álvaro Cunhal, forma parte desde un principio del gobierno como ministro sin cartera. Stuart Nash Scott, embajador estadounidense en Lisboa, dice en mayo de 1974 : “A pesar de la presencia de Álvaro Cunhal y un ministro de Trabajo comunista, el gobierno no tiene la proyección izquierdista que la actividad política de las últimas tres semanas había sugerido.[…] Esperamos que el gobierno administrará las agencias gubernamentales competentemente“(2). Y en este otro cable que analiza otro gobierno también con Cunhal como ministro sin cartera se dice: “Hay razones para creer que los intereses importantes de los Estados Unidos no sufrirán bajo el régimen de Spínola/Gonçalves“(3).

Pero el partido comunista ganará peso en el gobierno portugués y hará saltar las alarmas. En este otro cable de julio de 1974 dice Scott que los banqueros e industriales están alarmados ante una toma del poder por los comunistas: “Los banqueros e industriales de Portugal, mimados y protegidos bajo el antiguo régimen parecen dedicar su tiempo a lloriquear ante nosotros como si debiéramos salvarles en lugar de organizarse efectivamente para hacer frente a las amenazas que plantea un nuevo e incierto ambiente político”.(4)

Álvaro Cunhal se revelará como un comunista más coherente con el leninismo y la revolución que sus “camaradas” europeos. En una entrevista a Oriana Fallaci para L´Europeo en junio de 1975 se expresa con estas palabras: “Las elecciones tienen poco o nada que ver con la dinámica revolucionaria. El proceso electoral es completamente marginal a esa dinámica… Los comunistas no aceptamos este juego de las elecciones… Usted habla de respetar las leyes pero en el proceso revolucionario las leyes se hacen, no se respetan”. Y lanza un mensaje a otros partidos comunistas europeos integrados en los sistemas parlamentarios desde hace décadas: “A los comunistas de los países occidentales, a sus quejas, respondemos: nosotros no esperamos a los resultados de las elecciones para cambiar las cosas y destruir el pasado. Nuestra revolución no tiene nada que ver con vuestros sistemas”. Esta entrevista, que es recogida en un cable de la embajada es resumida con esta declaración de Cunhal: “Repito y concluyo: Portugal no será un país de libertades democráticas y monopolios. No será una compañía de viajes de vuestras democracias burguesas. Porque nosotros (comunistas portugueses) no lo permitiremos” (5).

Álvaro Cunhal y Dolores Ibárruri
Álvaro Cunhal y Dolores Ibárruri

En un principio la presencia de Cunhal en el gobierno portugués no pareció inquietar demasiado a los Estados Unidos por lo que se deduce de la lectura de los cables (al parecer el secretario de Estado, Henry Kissinger, no estaba muy convencido de los informes de la embajada de los primeros meses que restaban importancia al peligro que suponían los comunistas y envía a Portugal al subdirector de la CIA el Teniente General Vernon Walters) (6). Pero sí es cierto que ya desde un principio Cunhal dejó claro que estaba en contra de la presencia militar americana en referencia a la base de las Azores y de esto eran conscientes los americanos. Y el progresivo incremento de la relevancia política del partido comunista y la aplicación de su política socialista determinó la postura estadounidense respecto a los partidos comunistas de otros países. Esto tendría un efecto decisivo sobre la acción de la Junta Democrática a la que los estadounidenses consideraron erróneamente  manipulada por los comunistas. No entendieron lo que significaba la Junta Democrática. No querían ver la situación de Portugal en España y bajo ningún concepto querían ver al PCE formando parte de un gobierno español. Los americanos entorpecerían cualquier iniciativa que pudiera beneficiar al PCE y eso que Carrillo se esforzaría en numerosas ocasiones por dejar claro que el PCE no compartía la política de Cunhal. Pero el PCE tenía todas las puertas cerradas en el Departamento de Estado y eso perjudicaría a la Junta Democrática.

Otro suceso importante que tuvo lugar fue la caída de la Junta de los Coroneles en Grecia en julio de 1974. En diciembre de ese año se celebra un referéndum sobre la forma de Estado y los griegos eligen la República. El régimen franquista no quería de ninguna manera que sucediera lo mismo en España. Los partidarios de la Monarquía eran pocos y el Régimen ya tenía un sucesor en la jefatura del Estado.


(1) 1974MADRID02671_b, Public Library of US Diplomacy, Wikileaks.org

(2) 1974LISBON01949_b, Public Library of US Diplomacy, Wikileaks.org

(3) 1974LISBON03030_b, Public Library of US Diplomacy, Wikileaks.org

(4) 1974LISBON02994_b, Public Library of US Diplomacy, Wikileaks.org

(5) 1975ROME08295_b, Public Library of US Diplomacy, Wikileaks.org

(6) Informaciones. 28/10/1974 La CIA intensifica sus actividades en Portugal, España, Italia y Grecia. Archivo Linz, march.es

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