JESÚS MURCIEGO.
Todas las miradas se dirigen de nuevo hacia Bruselas, donde los líderes de la UE celebraran un cumbre decisiva donde se decidirá el presupuesto para el cuatrienio 2014-2020. El objetivo de la Comisión Europea era aumentar el presupuesto un 6%, y eso en un momento en el que a nivel nacional se recorta un 11% en educación y un 15% en policías, los burócratas no electos de Bruselas quieren disfrutar de tiempos de bonanza, lo cual ha recibido el NO rotundo de Londres, que lleva ya dos semanas de contactos y visitas con duras negociaciones en las principales cancillerías europeas. Por Madrid no ha pasado, todo indica que Rajoy no esta tomando parte activa en esos diálogos, simplemente espera órdenes.
Mientras tanto la semana pasada vimos los malos indicadores económicos y las huelgas y protestas por todo el sur Europa contra la política de recortes dictada desde Berlín.
En Gran Bretaña la opinión pública parece haber experimentado un cambio. Así lo indicaba una encuesta publicada antes de ayer en la que la opinión mayoritaria estaba por la salida de la UE. Incluso Ed Miliband, líder del partido Laborista ha adoptado una posición más decididamente euroescéptica que antes. Pero la pregunta que hoy día se hacen en el Reino Unido es: ¿cuál es la importancia de la UE?
Europa no es la economía mundial. Hasta hace dos semanas, las dos mayores economías mundiales, China y EEUU mostraban signos de mejora. Dado que entre ambas tienen un 35 del PIB mundial, lo que allí pasa sí que es clave para el resto, nosotros incluidos. Por supuesto que no podemos ignorar la UE, aunque a muchos en las islas no les importaría hacerlo. Los últimos datos de la eurozona son francamente malos, el PIB se contrajo un 0,1 y incluso la mítica economía Alemana entró en barrena, perdiendo todo el empuje mostrado en los periodos anteriores.
Muchos observadores piensan que la eurozona esta siguiendo el mismo camino que Japón durante los pasados 20 años, y el resto del mundo se ha visto empujado a asumir que Japón ya no es un país tan importante como lo fue, lo que ha sido bastante traumático para algunas economías de la zona. Así pues, dada la interrelación UE-Reino Unido, sería sin duda bastante difícil para las islas si Europa siguiera el citado camino japonés.
Que esto suceda así o no dependerá mucho de cómo se aborde la actual situación de crisis económica de la zona sur del euro que recientemente ha contagiado a Francia la cual ya ha perdido la preciada triple A que otorgan las agencias de calificación angloamericanas. Por lo cual Alemania ya ha sugerido que son necesarios más ajustes/recortes en la economía gala no queriendo entender en Berlín que el decrecimiento deflaccionario ha mostrado históricamente que no sólo no saca un país de la crisis sino que lo colapsa al aumentar el ritmo de su decrecimiento y ahogar la incipiente recuperación por culpa de las subidas impuestos. Es obvio que si la gente no paga mas impuestos, le queda menos dinero para gastar con ello mover la rueda de la economía.
Pero voy a repetirlo una vez más. Europa no es la economía mundial, es cierto que el Reino Unido tiene su principal socio comercial en la eurozona, pero también a costa de desaprovechar mayor interrelación comercial con los auténticos protagonistas económicos del siglo XXI los BRICs. Los patrones mundiales de comercio han cambiado tanto que cualquiera que fuera la razón que alguna vez justificó la unión monetaria, hoy día esta obsoleta. Es una humillación que a la hora de negociar los grandes acuerdos mundiales de comercio en la OMC, al representante británico se le mande salir de la sala, y se queden sólo los burócratas no electos de Bruselas, al servicio de a saber qué intereses. Podemos apostar a que no son democráticos.
No sorprende que muchos en las islas se cuestionen los beneficios de estar en la UE si todos los esfuerzos se centran en salvar a la zona euro de un destino condenado desde el mismo día de su creación y si el Reino Unido no desea estar dentro del euro, ¿qué sentido estar en la UE como simple comparsa?