Una piruleta y un patinete eléctrico es lo que han recibido los súbditos españoles después de 45 años del régimen oligárquico de 1978.

La piruleta es la representación de toda la ideología y retórica sistematizada en los voceros: la transición, la concordia, el derecho a decidir, el consenso, la soberanía nacional y popular, el Estado social y de derecho, la nación de naciones, la constitución inconstitucional, el bien común, la socialdemocracia, el «rey republicano» y demás lindezas con las que nos llevan bombardeando tantas décadas. Todos estos tópicos a favor de la oligocracia ya han sido derribados por grandes pensadores, y gente con la voluntad suficiente como para defender la verdad de los hechos, aún esté la hegemonía cultural en contra.

El patinete simboliza la pérdida material, la destrucción de la clase media y de las condiciones económicas de la mayoría de los súbditos. Si bien mucha gente cree que vivimos una época de esplendor, y que eso justificaría los abusos de poder y la inabarcable corrupción de la casta política y las élites, creo que forma parte de la misma retórica.

Aparte de las salvajes medidas para la contención de virus y personas de los últimos años, el fomento de la guerra ucraniana y demás cuestiones preocupantes a las que nos han dirigido los políticos, cabe destacar que el empobrecimiento del ciudadano medio español no es consecuencia de estos últimos sucesos.

Se trata de que la renta de los españoles ha sido mermada de forma directa durante décadas. Acudamos al INE y observemos la inflación acumulada desde 1983: indica que hasta la fecha de hoy, se ha encarecido la vida un 325%. Pero, ¿qué hay de los salarios medios?

El salario medio anual de 1983 es de 8400€, que si multiplicamos por la inflación acumulada hasta hoy, resulta en que el salario medio de los españoles debería ser 35700€ en 2023.

Pues bien, el salario medio del año 2021 es de 25900€. Eso quiere decir que los españoles hemos sufrido una pérdida en los salarios medios de casi el 30%. Y la perspectiva no es nada halagüeña, ya que estos últimos años, los políticos desbocados han sumido a nuestro país a una inflación inaudita en décadas.

Y estos datos estadísticos sólo son una pequeña muestra del resultado nefasto, lavado en el mito de una democracia, que en su parte formal nunca existió, y materialmente devendrá en una piruleta y un patinete eléctrico para los súbditos españoles de un «rey republicano». El daño moral es el peor.

Nota: Cabe señalar la dificultad para conseguir datos oficiales del periodo que comprende desde la muerte del dictador Franco en 1975, hasta el establecimiento de la oligarquía de partidos y sus primeros años.