Burt Munro, un hombre mayor, neozelandés, amante de la velocidad sobre dos ruedas, tenía un sueño: batir el récord de velocidad a lomos de su vieja Indian. Se embarcó en una aventura para viajar a EEUU e intentarlo en el campeonato mundial de velocidad sobre las lagunas saladas de Bonneville Salt Flats, en Utah. Batió el récord mundial de velocidad en 1967. Nunca dejó que se desvanecieran sus sueños de juventud. «Si una persona no está dispuesta a conquistar sus sueños, y a intentar hacerlos realidad, es muy probable que se convierta en un vegetal». Ese era Antonio García-Trevijano, una persona que desde muy joven nunca renunció a la conquista de sus sueños y de sus ideales. Nunca dejó que se desvanecieran sus sueños de juventud. Y trabajó en ello, como también lo hiciera Burt Munro en su vieja Indian, toda la vida.
Buenos días amigos de Benizar y amigos repúblicos. Antonio García-Trevijano tenía previsto acudir a Murcia para la presentación del «Grupo Independiente de Coordinación Democrática» —lo que más tarde sería La Junta Democrática de España—. Era el 14 de junio de 1976, pero no pudo asistir porque estaba preso en la cárcel de Carabanchel. En su lugar, fue José María de Cossío quien leyera un mensaje escrito por el propio García-Trevijano. En otra ocasión anterior, ya le había sido prohibida la celebración de una conferencia en Murcia.
Sin embargo, este gran abogado, hombre de acción, pensador político, filósofo de la acción, reconocido jurista, demócrata y republicano, visitó Murcia y su provincia durante los años 1998, 2007, 2011, 2012 y 2017. Lorca, Totana, Bullas, Murcia, Lorca, Totana, Puerto de Mazarrón y Murcia; esas han sido las ciudades recorridas por él, algunas de ellas en dos o más ocasiones, para traer la libertad política colectiva, la libertad constituyente, la democracia formal, la separación de poderes en origen y la república constitucional.
Cuarenta y ocho años tenía cuando comenzó su peregrinación por estas tierras. Noventa años tenía cuando nos visitó por última vez, para reunir en el Paraninfo de la Universidad de Murcia, en el Campus de la Merced, a casi seiscientas personas. Sin duda alguna, Benizar habría sido la siguiente elección para un nuevo encuentro. ¡Cuánto habría gozado él conociendo la experiencia de estos ciudadanos en su acción y en su lucha cotidiana al encontrarse con la abstención electoral de la práctica totalidad de sus vecinos!
En mayo de 2019, un año después de su muerte, nos llamó nuestra amiga Tere García desde Madrid para decirnos que en un pueblo de Murcia, Moratalla, en la bella pedanía de Benizar, había unos jóvenes que estaban promoviendo la abstención activa ante las próximas elecciones, y nos propuso acudir a hablar con ellos. Son Sergio el carpintero, Ana Rosa, la panadera, y el médico de Benizar. La Tarde del 5 de mayo, tres repúblicos murcianos viajamos a Benizar (Luis Narros, Alberto Muñoz y yo mismo).
El MCRC se hizo presente en Benizar, y Benizar tocó el alma de la asociación cultural y prepolítica que Trevijano había fundado 13 años antes. Allí estaba, planteada sobre el terreno, la expresión material de la teoría abstencionaria para deslegitimar al Estado de partidos. Aquellos valientes lograron captar la atención de la clase política y de los medios de comunicación; se hicieron presentes, haciendo realidad la teoría expuesta y defendida por Antonio García-Trevijano y por el MCRC.
Pues bien, hoy estamos aquí reunidos para rendir sentido homenaje a quien nos salvó y nos rescató para la verdad, la lealtad y la belleza. Estamos, diría yo, reunidos en torno a su memoria; pues dejadme que os diga aquello de que, donde dos o más se reúnen por alguien, ahí está él. Aquí, en Benizar, está hoy Antonio García-Trevijano, al encuentro con la libertad que viene en nuestra búsqueda.
Bienvenidos, amigas y amigos de alma republicana. Gracias, Sergio y Ana Rosa por recibirnos y acogernos.