Jordi Pujol salió de las catacumbas para replicar a las noticias que le sitúan como un evasor fiscal. Lo hizo de esta semana y usó para ello un mítin de Artur Mas al que acudió acompañado de su esposa, Marta Ferrusola, también implicada en este asunto. Y desde esa tribuna electoral, la advertencia a la oposición fue clara: “Ahora hay gente que ve el cielo abierto, con una imprudencia y una desvergüenza muy grande. A los que sacan pecho y hacen declaraciones que se parecen a las del 84: que sean prudentes. Porque los que se comprometieron en la jugada indigna”, como él definió el caso de Banca Catalana, desde el balcón de la plaza de Sant Jaume, “después de eso ninguno de ellos ganó nunca unas elecciones al Parlament de Catalunya. Y alguno tuvo que dejar su cargo a nivel del Estado, más de uno”.
Con estas palabras se refirió a la defenestración que sufrieron diversos dirigentes socialistas y populares como Raimon Obiols, Vidal-Quadras e incluso Pasqual Maragall, al que retuvo como alcalde muchos años, pues siempre CiU puso como condición para apoyar “la gobernabilidad del Estado” en Madrid que nadie osara poner en cuestión su gestión en Cataluña. Tanto Felipe González como José María Aznar aceptaron estas condiciones. Maragall fue quien denunció la corrupción “del 3%” en toda la obra pública catalana, aunque ahora se ha conocido que esta comisión ha aumentado hasta el 4%, según el “caso Palau“.
En un tono más conciliador, Pujol concluyó con otro aviso, esta vez más prosaico, pues aludía al reparto del poder en Cataluña: “El país, el día después del 25 de noviembre, necesitará de todo el mundo. Nosotros necesitaremos de mucha gente, pero será de la que se haya comportado dignamente en momentos como este”. Continuó su discurso Artur Mas, quien llamó a sus adversarios a “rectificar” y “ponerse al lado de Pujol y de Cataluña, y no de la infamia y la mentira”. En cuanto al caso Banca Catalana, Pujol indicó que “en aquella ocasión” se movilizó contra él “todo el aparato del Estado”. Y ello le ha servido para hacer un aviso a líderes que, como los del PSC o ERC, han pedido que Artur Mas dé explicaciones sobre estos nuevos casos de supuesta corrupción.
