El pensamiento y la palabra son indisociables. Es imposible comprender la realidad si los conceptos que definen la vida en comunidad y la acción política se desconocen o se emplean de manera arbitraria. No es de extrañar, en tanto los límites conscientes del pensamiento se encuentran en la gramática, que la degeneración del idioma español haya tenido como consecuencia la castración sináptica del análisis político y su crítica fundamentada.
Existe la convicción de que el desarrollo y las modificaciones que sufre el lenguaje son un mero proceso orgánico que acontece de modo natural y no un instrumento al que se le da forma para encauzar propósitos políticos concretos. Así, cada vez que usted enciende su televisor y atiende a un debate político, adquiere vicios idiomáticos que, a su vez, transmite a otros en conversaciones cotidianas. De este modo, periodistas y politólogos se valen de los altavoces mediáticos para identificar a las masas con la oratoria oficial del estado de partidos. Exactamente lo mismo sucede en el ámbito académico, en el que profesores de Derecho y de Ciencias Políticas instruyen a sus alumnos en la arbitrariedad respecto de conceptos fundamentales.
Resulta evidente que tamaña desvirtuación del lenguaje tiene una causa política. Estos gremios, en sus más altas esferas, contribuyen a la degeneración del idioma, cuya última finalidad parece ser la de justificar y convertir en razonable lo injustificable e irracional de las actuaciones políticas de los partidos. Así, la cultura posmoderna funciona como dique contra la consciencia, pervirtiendo el lenguaje y, con ello, imposibilitando el entendimiento de la realidad.
Se trata de un ciclo degenerativo con el que sólo se puede romper mediante la conquista de una nueva hegemonía cultural en el seno de la sociedad civil. Ya ha comenzado a dar sus primeros pasos, reivindicada por insignes conocedores de la relación político-lingüística, venidos para la ocasión desde distintas partes del mundo, los días 21, 22 y 23 de julio, en el simposio internacional EL CONSENSO POLÍTICO DEGENERA EL IDIOMA, que tendrá lugar en Santo Domingo de la Calzada, La Rioja. El MCRC reúne en diversas ponencias y varias tertulias (formato La Clave) a filósofos, juristas, profesores y especialistas de primera talla mundial.
El idioma español será abordado desde una productiva perspectiva interdisciplinar, abarcando temas tales como La Oratoria en Fabio Quintiliano, El sentido metapolítico del español, La degradación del lenguaje y la política patética, Hacia la hegemonía cultural de la Libertad Política Colectiva, Control del lenguaje español por EEUU para América Española, entre otros.
Inscripciones de asistencia abiertas.
Más información en www.simposiomcrc.es.