ILLY NES.
No se respetan los derechos humanos ni la libertad. Según ellos, las mujeres lo que tienen que hacer cuando el marido llega a casa es arreglar un poco la fachada y estar guapas para ellos, porque vienen de trabajar, están cansados y tienen que darles muchos hijos que después llevarán al cielo. Hay esos tres tipos de mujeres en el Opus Dei, las numerarias, las supernumerarias y las numerarias auxiliares. Las últimas son las chachas, las que te hacen la cama, te lavan la ropa, te limpian, guisan etc… Tu no puedes dirigirte a ninguna mujer en absoluto, porque hay que guardar la vista, la revista y la entrevista. Si estás en el comedor y necesitas más pan le tienes que decir al director o al que esta presidiendo:
— Necesito pan.
Toca la campanilla, se acerca la que dirige a las numerarias auxiliares y le dice: “Llévele pan”. Igual sucede si quieres repetir segundo, más agua, etc. Normalmente, aunque viven en el mismo centro, no coincides para nada. Ya se procura que a la hora de la limpieza tú estés haciendo la oración, etc… Son esclavas, mientras unas pueden vestir de Chanel e ir a la universidad, estas mujeres no pueden matricularse, se procura que no vayan. Hoy, cuando lo pienso, me doy cuenta de que la lucha por la igualdad de las mujeres ha sido paralela a la lucha de los homosexuales. Veo que en España, pese a tener un Gobierno democrático, hay esclavitud.
¿Acabará con esto el PSOE? No lo creo. A mí me habría gustado que el candidato socialista hubiese sido José Bono, además creo que tiene las ideas más claras que Rodríguez Zapatero. Tengo amigos socialistas gays, Jerónimo Saavedra es uno de ellos, el diputado catalán Miquel Iceta, Ernesto Gasco, concejal de policía local y seguridad ciudadana de San Sebastián… También en el PNV, el nuevo Ararteko (Defensor del Pueblo Vasco), Iñigo Lamarca, era presidente de Gehitu, la Asociación de Gays del País Vasco. Y eso demuestra que las ideas personales no son un impedimento para una amistad. Eduardo Mendicutti es de Izquierda Unida y es un gran amigo.
En el Opus no cavilas por ti mismo, estás tan programado, tan obsesionado en cumplir las normas, en no leer nada prohibido… que eres incapaz de pensar. Evidentemente, yo creo que la libertad empieza por la lectura y por la información. Pero en el Opus solo se podía ver la televisión cuando había partido de fútbol y los telediarios de la Primera cuando no estaba el PSOE. Y el único periódico que podíamos leer era el ABC. Es muy fuerte.
Yo estudié en el Seminario y quiero hacer mención a Manolo Trillo, porque al principio nos llevábamos muy mal y después muy bien. Murió de Sida, fue fundador del Ciempiés y de la Radical Gay. Era un seminarista que tenía poliomielitis, y que era mi antítesis. Mientras yo representaba a la iglesia conservadora del Concilio de Trento, él era de la iglesia progresista y de la Teología de la Liberación. Pero era homosexual como yo y coincidíamos en las mismas saunas y en los mismos bares.
Si estuviese vivo, estoy seguro de que seríamos grandes amigos y compartiríamos muchas ideas. Me gusta recordarlo porque se murió montando comisiones ciudadanas y asociaciones antisida, y dando informaciones sobre el Sida en Latinoamérica. Gracias a él comenzaron los programas de intercambio de jeringuillas en Madrid. Fue de los primeros que exigió metadona y lo consiguió. Manolo Trillo es una de esas personas que tiene que pasar a la historia. Me llevaba mal con él ideológicamente, pero los años me hacen ser justo y admitir que yo estaba equivocado.
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