Sea cual sea el desenlace de la sedición perpetrada por los jefes de la mafia pujolista (porque todo se reduce a dinero y poder para evadirlo), el daño político, económico y social a España y a los españoles -y la fractura brutal de la sociedad catalana- perdurarán durante generaciones. La omisión criminal del jefe del Gobierno más cobarde de Occidente y del Rey mas indigno de nuestra historia después de su antepasado Fernando VII es lo que ha hecho posible que los sediciosos hayan desarrollado todo el proceso de ruptura, de siembra de odio a España y de marginación de los catalanes no secesionistas sin oposición alguna.

Rajoy ha incurrido ya en varios delitos tipificados en el Código Penal (Art. 408), “omisión del deber de perseguir los delitos y sus responsables”. El día que en España tengamos un Estado de derecho, deberá ser procesado haga lo que haga a partir de hoy. Pasar la pelota al TC no le exime de responsabilidad penal por los delitos ya cometidos (no haber perseguido -ni perseguir- los crímenes de Pujol y familia le llevó a no perseguir la sedición). Y el Rey tendrá que someter la Corona a la decisión del pueblo español en un referendo por el incumplimiento de sus deberes esenciales de moderar, y en su caso arbitrar, en los conflictos entre instituciones, así como defender la unidad de España como jefe de las Fuerzas Armadas.

Ya es tarde, los sediciosos no darán marcha atrás

“El Gobierno que presido no va a permitirlo, usaremos la ley, toda la ley”. O sea, reconoce que no lo ha usado. Realmente la cobardía de Rajoy solo es superada por su cinismo. ¿Dónde estaba la ley cuando Mas incumplía todas las sentencias y pisoteaba los derechos humanos mas elementales de los no nacionalistas? ¿Dónde estaba la ley el 9-N cuando Rajoy afirmó solemnemente que no se celebraría el referendo independentista y finalmente no solo se celebró sino que se escondió paralizado de miedo y no hizo absolutamente nada para impedirlo? ¿Dónde estaba la ley cuando un puñado de sediciosos racistas utilizaron edificios del Gobierno para preparar con luz y taquígrafos el acto delictivo mas grave que puede imaginarse, algo que sería inconcebible en cualquier otro país del mundo?

Oriol Junqueras, Artur Mas, Carme Forcadell y Raül Romeva. (EFE)
Oriol Junqueras, Artur Mas, Carme Forcadell y Raül Romeva. (EFE)

Como predije, porque era obvio, hace tres semanas, el TC ha declarado nula la resolución independentista y, como era mas obvio aún, los sediciosos se han mofado de ello y siguen adelante con su plan independentista. ¿Pero a qué juegan Rajoy y el Rey? ¿Cómo puede Rajoy afirmar que se siente satisfecho de la “contundencia” de un TC al que los sediciosos toman por el pito del sereno? ¿A qué espera para declarar el estado de excepción? ¿El artículo 155 no puede utilizarse porque el Senado no existe? Porque “en el plazo de 30 días debe quedar terminada la tramitación de las leyes del proceso constituyente, de Seguridad Social y de Hacienda Pública”. Es decir, en dos semanas desde hoy se sentarán las bases de la recaudación de impuestos, la Seguridad Social y la renegociación de la deuda. ¿Y entonces qué van ha hacer el Rey y Rajoy? ¿Mantenerse en la dejación criminal?

Y que nadie se equivoque. A pesar del TC al que ignoran, a pesar del giro de 180º del todopoderoso conde de Godó ennoblecido por don Juan Carlos -cuyos medios ‘La Vanguardia’ y RAC1 han sido motor esencial de la sedición-, y que ahora afirma que “hay que rectificar” y “que nadie dude de Godó, que nadie se equivoque con Godo”, ¡a buenas horas señor conde!, el viaje a ninguna parte ya no lo para nadie. Ni Rajoy ni Godó ni el ‘chófer’ de Mas. Los sediciosos van a ir hasta el final porque el haber jugado y seguir jugando el partido sin nadie enfrente que les quite la pelota y suprima el juego les ha llevado a un punto en que la marcha atrás es imposible. Esto les convertiría en el hazmerreír de Cataluña y de España durante generaciones, y para eso es cien veces mejor convertirse en mártires con el dinero bien asegurado fuera.

Las consecuencias económicas de la sedición

En el momento actual, aún no son claramente visibles las consecuencias económicas de la declaración de independencia, por la sencilla razón de que los mercados no se tomaban en serio la secesión de Cataluña. Creían imposible que un jefe de Gobierno permitiese el desbordarse las cosas hasta ese punto. Un primer indicio, aunque muy marginal, ha sido la subida en las últimas semanas del tipo de interés del bono español a 10 años, que es la mejor medida de la prima de riesgo, de 1,6% al 1,9%. Pero todavía no hay cifras concretas de la evolución de la inversión desde el 27-S y del número de empresas que están abandonando Cataluña, donde los anticapitalistas de la CUP y los izquierdistas radicales de ERC van a imponer sus disparatados criterios aunque no logren la secesión.

Antonio Baños, de la CUP. (EFE)
Antonio Baños, de la CUP. (EFE)

Los grandes bancos de inversión mundiales están aconsejando no invertir en Cataluña y salir a los que ya están si pueden hacerlo con un coste asumible. La semana pasada, JPMorgan, el mayor banco de inversión mundial, afirmaba: “We expect that Mas will continue to drift further towards the radical left, in order to ultimately obtein their support” (“Esperamos que Mas continúe derivando más aún hacia la izquierda radical, al objeto de obtener finalmente su apoyo”). Advierte de que Cataluña será gobernada por la izquierda más radical de Europa y que la seguridad jurídica es inexistente. No hace falta ser economista para ver el desastre que se avecina, por el lamentable espectáculo de ser España un país donde el cortoplacismo político está por encima de la ley.

Desde el 27-S, y según lo datos que maneja el Ministerio de Economía, la inversión que iba bien se ha ralentizado en toda España (gracias, Mariano, por tu valor y diligencia) y fuertemente en Cataluña, donde temen que con la CUP al timón y Mas a su servicio puedan producirse expropiaciones, ocupaciones de pisos vacíos, niveles impositivos inasumibles, rentas mínimas y todo tipo de dislates que les pasen por la mente a los antisistema. Además, el proceso secesionista está acelerando el frenazo del conjunto de la economía, como muestran las cifras más representativas conocidas, y lo que es peor, los indicadores adelantados (PMI industrial y PMI de servicios, que dan una visión muy realista de hacia dónde irá la economía en los próximos meses) han caído significativamente.

Pero la mayoría de la gente, engañada por unos medios que solo sobreviven gracias a la ayuda del Gobierno o por plumas o tertulianos mercenarios o ignorantes, cree que la mejora económica de 2015 debida al incremento del gasto electoralista en inversión y servicios de no mercado y financiado con deuda es el fin de la crisis. Pero nada mas lejos. La deuda del Estado en circulación a fin de octubre había crecido en 67.395 millones de euros, a lo que hay que sumar más de 15.000 millones de las CCAA, mientras que el PIB nominal lo ha hecho solo en 20.000 millones, por lo que cada euro de riqueza creada ha necesitado ¡4,1 de deuda! Esto no es una recuperación sino un camino cierto hacia el desastre. Para tratar de ocultar esta realidad ante las elecciones, el nivel de manipulación y mentiras de Montoro está alcanzando cotas jamás logradas, y ha privado de toda información a la Autoridad Fiscal Independiente (AIReF), creada a pesar de la oposición del PP porque fue condición impuesta en el ‘Memorandum of Understanding’ como contrapartida al rescate. La AIReF ha denunciado la falsedad del déficit 2015 por los enormes incumplimientos de las CCAA y de la Seguridad Social, lo que demuestra la total falsedad de los PGE-2016, por lo que Montoro ha decidido silenciarles. De esto hablaré la próxima semana.

En 2014, Cataluña creció por encima de la media nacional (1,4% vs. 1%), aunque no gracias a dinamismo alguno como afirman los sediciosos y el BBVA, sino porque la inclusión de la prostitución y las drogas en el PIB ha beneficiado mucho más a Cataluña y Madrid que a la media, y porque, gracias a Rajoy, se han llevado casi el doble de lo que les correspondía en el FLA. Sin embargo, en 2015 ni siquiera esto ha bastado y esta creciendo por debajo de la media. Además, la tasa de incremento de la ocupación a septiembre de 2015 es la cuarta peor empezando por la cola, y poco mas de la tercera parte de la media nacional (1,17 % frente a 3,11%).

 

Cristóbal Montoro, ministro de Hacienda. (EFE)
Cristóbal Montoro, ministro de Hacienda. (EFE)

El único dinamismo es el de las multinacionales de alimentación y farmacia, instaladas gracias a Franco para abastecer toda España, y el del turismo que crea meramente trabajo de ‘camareros’. Y si consideramos que en el sector exterior el déficit comercial de Cataluña dobla al de España, ¿a dónde ha ido a parar la pujanza industrial y comercial de otro tiempo? Los grandes perjudicados de la dejación total del Gobierno de la comunidad por parte de Mas, dedicado en cuerpo y alma a la secesión, han sido los propios catalanes. Si embargo, aquí hay un problema gravísimo que afectaría al resto de los españoles, excepto a vascos y navarros. Los sediciosos perderán el envite pero todos los partidos, excepto Ciudadanos, están dispuestos a otorgar a Cataluña un régimen fiscal que será un robo inasumible.

Los Godó & Company (los irresponsables y traidores de la burguesía y el empresariado catalán, que han alentado y financiado la sedición), que ni creen en Cataluña ni en España, pero sí en el dinero, exigirán al nuevo Gobierno “diálogo y pactos”, un eufemismo para decir que lo que quieren es un régimen fiscal similar al que disfrutan desde la infausta Transición el País Vasco y Navarra. El País Vasco, que representa el 6% del PIB de España, paga netos 8.000 millones de euros menos al Tesoro de lo que pagaría si estuviera en el régimen fiscal común (sumando todo: lo que no pagan, los IVA de las empresas vascas medianas y pequeñas de los productos vendidos fuera del País Vasco y sociedades que ingresan en las diputaciones forales, y que estas solo devuelven parcialmente o nada a la Hacienda española).

En el caso de Cataluña, que supone el 19% del PIB de España ,el expolio sería de 25.000 millones de euros anuales, lo que supondría lisa y llanamente la quiebra de la Hacienda española. El que suceda esto o lo contrario dependerá de lo que voten los españoles el próximo 20-D. Y tengan muy claro que tanto Rajoy como la izquierda y los perroflautas bolivarianos están a favor de “ofrecer a Cataluña un proyecto que les enamore” y 25.000 millones al año. Es a los Godó & Company a quienes más beneficiará este río de dinero y no los catalanes de a pie. Un éxtasis amoroso como el de Doña Inés con un Don Juan, pero para el resto de los españoles será pobreza, sudor y lágrimas.

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