Durante el primer semestre de 1974 Antonio García-Trevijano consiguió la unidad de la oposición para respaldar las declaraciones de Don Juan. Empezó los contactos por la periferia, con los partidos nacionalistas y regionalistas. Dieron su aprobación José María Lasarte del PNV, Josep Andreu de Ezquerra y Asamblea de Cataluña, Valentín Paz Andrade por Galicia, Alejandro Rojas Marcos de Alianza Socialista de Andalucía, y el Partido Socialista Unificado de Cataluña (PSUC).
Una vez tuvo la conformidad de los partidos de la periferia contactó con los partidos centrales. Carrillo propuso a García-Trevijano que entrara el PC antes que el PSOE o la Democracia Cristiana de Gil Robles; de ese modo —argumentó— sería más fácil que estos partidos aceptaran si veían que ya existía un compromiso de unidad entre los demás partidos. García-Trevijano aceptó. Finalmente, ni el PSOE ni Gil Robles quisieron sumarse.
Además de los partidos, iban dando su aprobación personalidades de prestigio, independientes, como Rafael Calvo Serer y José Joaquín Díaz de Aguilar.
En mayo Antonio García-Trevijano visita a Enrique Tierno-Galván, fundador del Partido Socialista Popular. Le da el documento rupturista que había redactado. Tierno se asusta y exclama: “¡Pero esto es una revolución!”. Que esa fuera la reacción de un político autodenominado de izquierdas pudo parecerle a él mismo ridículo, por eso intentó justificarse diciendo que tal vez no convendría a su partido aparecer junto al Opus Dei (Rafael Calvo Serer) o al Partido Comunista, que se lo tenía que pensar. García-Trevijano lo convence diciéndole que el PSOE y Gil Robles preparan una plataforma de la oposición que excluye al PSP y al PCE; que esta era una oportunidad para el PSP de situarse a la izquierda del PSOE y ser reconocido por la Internacional Socialista.
Que García-Trevijano supo tocar la tecla correcta para convencer a Tierno lo prueban los cables de la embajada estadounidense. En febrero de 1975, ya constituida la Junta Democrática, el Ministro Consejero de la embajada Samuel D. Eaton dice: “Un líder del PSP ha admitido en privado que la verdadera razón por la que el PSP se unió a la Junta fue para superar el aislamiento previo del PSP y la falta de reconocimiento por otros grupos socialistas españoles (como el PSOE) y por organismos internacionales como la Internacional Socialista (que sólo reconoce al PSOE)” (1). Y en enero de 1976: “El PSP de Morodo y Tierno Galván es básicamente un pequeño partido socialdemócrata compuesto por académicos y profesionales que no tiene reconocimiento internacional de su ‘socialismo’ y que está asociado a un oportunismo político (por ejemplo, el PSP se unió a la Junta Democrática manipulada por los comunistas para aumentar su importancia política)” (2).
Pero el abogado de Granada era consciente del oportunismo de los partidos para sumarse a su iniciativa, como también era consciente de la inclinación de estos hacia el sistema parlamentario (el mismo que facilitó la conquista del poder a los partidos fascistas en Europa en el siglo XX). Por eso fue precavido y quiso esperar al periodo de libertad constituyente para plantear directa y públicamente el tema de la separación de poderes.
(1) Cable 1975MADRID01143_b, Public Library of US Diplomacy, Wikileaks.org
(2) Cable 1976MADRID00087_b, Public Library of US Diplomacy, Wikileaks.org