ILLY NES / FRED MOLLEY.

“En la presentación de la novela de Günter Grass “Es cuento largo” el 5 de noviembre de 1997, evoqué las diferencias existentes entre los que él denomina “palomos amaestra­dos” —cuyo discurso conformista y redundante empobrece la vida literaria y ahuyenta cualquier tentativa de innova­ción— y los etiquetados en su país natal como “pájaros que ensucian su propio nido”. Yo, como Grass, pertenezco —y me honro en ello— a la última especie aunque, como puntual­icé a continuación, la realidad sea distinta de la argüída: es el nido el que apesta y los autores del fuste de Grass quienes orean su hedor y acumulada podredumbre. “Como de ordi­nario —escribí— y en todas las latitudes, se condena el retrato de una realidad mugrienta en vez de eliminar la mugre.” ¡Ojalá los artículos de este volumen contribuyan de algún modo, por mínimo que sea, a airear la atmósfera de la trivialidad y reiteración que nos agobian y a sacudir el aleta­rgado pensamiento crítico!”. (Juan Goytisolo: “Pájaro que ensucia su propio nido”).

Con las palabras de Juan Goytisolo por bandera y el entusiasmo como bálsamo, una tarde nos dispusimos a buscar, cual don Quijote y Sancho en busca de una Dulcinea, un gay en el PP del que pudieramos enamorarnos. No lo encontramos. Sin embargo, y aunque hay algunos homosexuales que militan o simpatizan con el partido ubicado en la madrileña calle Génova, 13 y lo proclaman a los cuatro vientos, son tan pocos y los pobres están tan escondidos, sobre todo en esta última etapa, que cuesta hallarlos en el templo. La mayoría están armarizados y enclaustrados como monjas de clausura bajo siete llaves, porque la homosexualidad, la sexualidad diferente, la bisexualidad o el tercer sexo es algo que se lleva muy mal en la única formación parlamentaria que tiene por emblema una gaviota.

Aunque Aznar, en sus buenos tiempos, se declaraba lector y admirador de Luis Cernuda, poeta que era gay, y seguidor de Manuel Azaña, político que también era gay, el cambio, giro, volantazo o contrarreforma que el PP ha emprendido en los últimos tiempos, los de Mariano Rajoy, en todos los debates públicos donde ha aparecido la homosexualidad, ha sido decepcionante, por decirlo con cierta cortesía.

Como en los siglos XIX y XX cuando las mujeres reivindicaban sus derechos civiles y eran tachadas de locas, estúpidas, malcriadas o insensatas, hoy en el siglo XXI son los gays los que reclaman su igualdad legal y sólo reciben improperios como respuesta. ¿Algunos de ellos? La relación homosexual es “zoofílica” (Jorge Fernández, diputado), es un “desorden moral” (Conferencia Episcopal), los gays son “enfermos, como los sordos o ciegos, con fallos en su naturaleza” (Gea Escolano, obispo), padecen “anomalías en los cromosomas” (Manuel Fraga, senador), sus uniones “quebrarán la Seguridad Social, envejecerán la población y harán sufrir a los niños” (Rouco Varela, obispo), su matrimonio “no cabe en el Código Civil ni en la Constitución” (Ignacio González, diputado), “no pueden adoptar hijos” (Eduardo Zaplana, diputado) porque eso es “un capricho de locas de uno u otro sexo” (Loyola de Palacio, diputada), sus padres son “hostiles, alcohólicos y distantes” (Aquilino Polaino, médico)…

Si nadie se considera racista en España, tampoco es fácil aceptarse como homófobo, pese a estos ejemplos. Por ello quizás este libro debía haberse titulado “como ser gay en el PP y no morir en el intento”, aunque finalmente, como tributo y homenaje al escritor Juan Goytisolo, también un literato gay, pensamos que es mejor que sea “Gaviotas que ensucian su propio nido…”, porque la situación actual responde de manera más precisa a la cita con la que se encabeza.

“Gaviotas que ensucian su propio nido…”. ¿Hay alguien en el PP que se atreva a describir desde dentro la dificultad que supone defender los principios de igualdad legal de todos los sexos sin que le den de lado, le marginen o directamente le corten en seco su carrera política? No sabíamos de nadie que hubiera osado intentarlo pero buscando en ese enorme agujero negro que es la política, cuyos arcanos hemos intentado descifrar en este libro, al único que encontramos fue a Carlos Alberto Biendicho, militar, teólogo, militante del Partido Popular y fundador de la Plataforma Popular Gay (PPG), la única asociación que en este país se declara homosexual y de derechas. (CONTINUARÁ MAÑANA)

NOTA DE LOS AUTORES DEL LIBRO “GAVIOTAS QUE ENSUCIAN SU PROPIO NIDO”. El libro completo en Bubok.

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