Para cualquier entendido en ciencia política o Filosofía, pero también desde un mínimo esquema de sentido común, la convocatoria electoral del próximo día 20 de Noviembre es un absoluto despropósito que insulta a la inteligencia. Se nos está convocando supuestamente a unas elecciones legislativas para elegir representantes de unas circunscripciones electorales a una cámaras de representación, y de entrada se nos impone desde la cúpula de los partidos quienes sean esos representantes, siendo labor del elector, refrendar o no lo dicho por otros. Elegir no es refrendar. En segundo lugar, se sustrae el derecho de sufragio Pasivo al común de las personas, ya que no es posible presentarse a Diputado o Senador sin estar previamente designado por un partido político, lo que contradice y atenta al derecho de Sufragio desde su más elemental perspectiva. La oligarquía política se reserva el derecho en exclusiva de elegir ellos-en vez del Pueblo- a los candidatos. En tercer lugar, se sustrae todo debate sobre contenidos de cada candidato con su cuerpo electoral, ya que no existen ni contenidos ni debate, se convoca a unas elecciones legislativas a cámara de representantes que no representan, porque lo que anda en juego no es la representación política, sino la elección del presidente del Gobierno, lo cuál no debería tener nada que ver con la representación política ni con una cámara de representantes. Los ciudadanos están en realidad votando por un presidente del Gobierno cuando en sus papeletas los que aparecen son representantes territoriales, se confunde candidatura de representantes a cámara legislativa-que debería representar- con Poder Ejecutivo-que debería gobernar–. En cuarto lugar, la figura del Presidente del Gobierno no es elegida por los electores, sino refrendada por los representantes y elegida por la cúpula de uno o varios partidos, lo cuál es un absoluto despropósito que atenta contra la separación de poderes, ya que ni el Poder Ejecutivo gobierna ni el Legislativo representa. Para mayor confusión, el Presidente del Gobierno es además diputado-representante de una circunscripción electoral-. Resumiendo, no elegimos, refrendamos a unos representantes que no representan a nuestro cuerpo electoral, los cuales refrendan a unos gobernantes que no van a gobernar, ¿no es ir a votar un insulto a la propia inteligencia? Los partidos políticos tienen secuestrada la división de poderes a través de un perverso mecanismo oligárquico estructurado en conexión con centros neurálgicos de poder que hace inoperante las consultas electorales: A un mismo tiempo, los aparatos de los partidos eligen los miembros de las cámaras legislativas y a través de éstos al Gobierno, sustrayendo así toda posibilidad de democracia: Seguimos viviendo en un régimen autoritario. Se trata de un régimen autoritario, un golpismo permanente e institucionalizado. Hoy la monarquía juan carlista no ha significado una revitalización de un impulso de constituirnos en Nación avanzada, antes bien nos encontramos con un sistema monárquico que convive cotidianamente con la corrupción, que confunde autonomismo o federalismo con neofeudalismo, y con una clase política constituida en policías y voceros de los capitales transnacionales. Hay que salir de esta prehistoria política, hay que olvidarse de las estructuras oligárquicas partidocráticas, y abrir un período de Libertad Constituyente que permita el ejercicio de la Libertad Colectiva. Los que desarticulan a España hoy son los mismos que ensucian el planeta y mandan al hambre a millones de personas, la Tercera República debe abrirse no sobre heridas antiguas sino sobre las urgencias modernas, que son muchas, por una España Unida y Republicana en un Mundo Solidario. El próximo día 20-N tenemos que acabar con la partidocracia, tenemos que dejar de refrendar representantes que no representan y gobernantes que no gobiernan, tenemos que conquistar la Libertad Constituyente.